Poco hace falta para que se prenda la mecha en Francia de las protestas en los últimos tiempos y ciertos aspectos de la Política Agraria Común, con la que tampoco están de acuerdo los agricultores españoles, provocaron el último fin de semana de enero una multitudinaria protesta del sector primario francés, que terminó convirtiéndose en una excusa para realizar actos vandálicos contra transportistas andaluces.

A lo largo de esta pasada semana, por desgracia, se han podido ver dolorosas imágenes de piquetes franceses atacando a camiones de productos hortícolas andaluces, que transportaban sus cargas a distintos puntos de Europa. Tomates, pepinos, pimientos... todo destrozado, arrojado al suelo y pisoteado. Otros, los que no se encontraron con piquetes tan violentos, tuvieron que detenerse durante horas en el arcén o directamente, en la frontera entre España y Francia, en La Jonquera (Gerona), con las enormes pérdidas comerciales que ello supone.

Aunque el campo español ha tratado de ser empático con sus vecinos, han cruzado una ralla inasumible. El gerente de Coexphal, Luis Miguel Fernández, señaló que el sector de las frutas y hortalizas está “de acuerdo” con las reivindicaciones de los agricultores franceses, porque la Política Agraria Común (PAC) “fiscaliza la actividad, penaliza con costes e impone una serie de requisitos” a los productores europeos “que no tienen productores de terceros países, lo que está provocando que vayamos perdiendo cuotas de mercado de Europa”.

Sin embargo, además de los ataques y destrozos, los políticos franceses también han vilipendiado verbalmente los productos andaluces. La exministra francesa, Ségolène Royal, dijo que los tomates bio españoles “son incomestibles, son falsos bio” que no respetan las normas supuestamente fijadas por Francia.

Respuesta contundente

Ante semejante barbaridad, la reacción no tardó en llegar. La consejera andaluza Carmen Crespo, que había reclamado al Estado un papel más activo en la defensa de los camioneros, respondió a Royal que retirase “esas palabras” y que se viniera a Andalucía. “Que se venga a Almería, que vamos a enseñarle todos los productos ecológicos que tenemos, que le vamos a hacer una ensalada maravillosa y que además va a ver cómo están produciendo nuestros agricultores esos productos tan sostenibles, social, medioambiental y laboralmente”.

De la misma forma, los sindicatos agrarios piden firmeza al Gobierno de España frente a los ataques franceses y desde UPA tacharon de mentiroso al primer ministro galo Gabriel Attal, por unas declaraciones sobre una presunta competencia desleal desde países vecinos como España.