Reaparición

Morante estará listo para torear en Resurrección

Morante cortó un rabo a un toro de Domingo Hernández en 2023.

Morante cortó un rabo a un toro de Domingo Hernández en 2023. / Arjona-Pagés

La atención de las empresas y aficionados estaba puesta en la salud de Morante de la Puebla que, tal y como ha asegurado su apoderado Pedro Marques, podrá enfundarse el traje de torear el próximo Domingo de Resurrección para levantar el telón de la temporada taurina en la plaza de la Maestranza en la apertura de un abono en el que está anunciado cinco tarde convirtiéndose en base indiscutible de la cartelería.

El artista de La Puebla ya había causado baja en Navalmoral de la Mata. Entonces se filtró un parte médico que marcaba “una infección respiratoria con fiebre, mialgia y mal estado general” como causa de la incomparecencia en la localidad cacereña. Pero el asunto tenía otro alcance y alimentaba los insistentes rumores –se llegó a especular que no estaría presente en Olivenza- sobre el verdadero estado del matador que tampoco pudo hacer el paseíllo en Almendralejo. Entonces se anunció que iba a poner todo su esfuerzo para reaparecer en la plaza de la Maestranza acompañado de Sebastián Castella y Roca Rey para despachar el encierro de Matilla previsto para inaugurar la campaña taurina en Sevilla. Eso sí, las carnes de las empresas y los aficionados, estaban más que abiertas aunque ahora todo el mundo respira, al menos por el momento…

Alarmas encendidas

Las alarmas del mundillo taurino ya se había encendido con anterioridad. Desde que Morante compareció el pasado 9 de febrero en el hotel Alfonso XIII de Sevilla para recoger el Premio Andalucía de Tauromaquia se habían disparado muchas dudas en torno a su estado personal. Su aspecto, las dificultades para agradecer el galardón, despertaron algunos fantasmas que se creían olvidados. No tardó en trascender, en voz baja, que el matador cigarrero podría haber experimentado un agravamiento de la dolencia psiquiátrica –un trastorno de bipolaridad- que ya le obligó a retirarse temporalmente en 2004 después de una etapa convulsa en sus relaciones con la empresa Pagés. Aquellos desencuentros le llevaron a anunciarse en solitario en la plaza de Las Ventas en la tarde del mismísimo Domingo de Resurrección. Esos problemas de salud mental le obligaron a marcharse a Miami, donde fue tratado hace casi veinte años.

El pasado año, después de alcanzar la cumbre de su vida cortando un rabo de un toro de Domingo Hernández en la Feria de Abril, acabó viviendo un auténtico calvario por culpa de la lesión de muñeca que arrastró desde el 24 de junio en Badajoz. Ese día, además, se llevó una fractura costal que le obligó a un primer parón. Tuvo que esperar al primero de julio para reaparecer en la plaza de Zamora. Dos días después, toreando en el ruedo portugués de Vila Franca de Xira, sufrió una nueva cogida que agravó los daños.

El diestro cigarrero fue diagnosticado de una rotura de fibrocartílago triangular y lesión del ligamento escafo-semilunar y aunque forzó una primera y fugaz reaparición en San Fermín, el día 11 de julio, tuvo que volver a parar perdiendo varias fechas. Finalmente, después de desechar la plaza de Huelva, pudo reaparecer el 11 de agosto en la feria de Huesca aunque desde entonces su temporada se convirtió en un ir y venir antes de tomar la decisión de cortar definitivamente después de actuar en el primer compromiso que había contraído en la Feria de San Miguel.

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