Vivir

Cristóbal Cervantes regala otro pregón a la ciudad para dar la bienvenida a la Navidad

  • El periodista almeriense afincado en Sevilla fue el encargado ayer de exaltar la época más emotiva del año acompañando sus párrafos llenos de amor hacia su profesión y ciudad con música

Cristóbal Cervantes se dirige a todos los asistentes durante su pregón de anoche.

Cristóbal Cervantes se dirige a todos los asistentes durante su pregón de anoche. / J. García

“El pregonero os pide que miremos menos al suelo y más al cielo. A este cielo azul y limpio de Almería. Y que miremos al cielo en las noches de los próximos días, porque de pronto, sin esperarlo o precisamente porque lo esperamos, una estrella nos mirará, nos guiñará un ojo, nos sonreirá y nos dirá que… ya es Navidad”. Así concluyó anoche el pregón que el periodista almeriense Cristóbal Cervantes volvió a regalar, otro más, a su ciudad de Almería.

El Teatro Apolo de la capital acogió esta cita con la que queda inaugurada, con el permiso del encendido navideño de hace unos días, la época más mágica del año en la capital. El acto contó con otros dos espadas de los medios de comunicación. Alfredo Casas, que fue quien mantuvo el mismo, y Pablo Poza, presentador del pregonero.

Cervantes inició su intervención con un guiño, como no podía ser de otra manera, a los medios de comunicación, incluida una breve sintonía de Informe Semanal. “Es la gran noticia de portada. Los informativos de la radio y la televisión abren sus espacios con este titular: ‘Jesús, el Mesías esperado, va a nacer en Belén’”.

Tras los agradecimientos y saludos protocolarios, el periodista almeriense prosiguió con sus versos cargados de magia y sobre todo de ilusión, esa que siempre recarga cada vez que vuelve a su ciudad de origen: “Cuando tocas el suelo sabes que tocas el origen de todo, el punto de partida de nuestra fe. Allí nació Jesús. La Luz de nuestra vida”. “La Navidad huele en Almería a ajonjolí y canela. Vayan estos días a Laujar, a Fondón o a Abla y comprobarán que allí gozan de la mejor contaminación del mundo, porque el aire huele a polvorones y mantecados. Sin olvidar los turrones de Olula de Castro o los vinos espumosos de la Alpujarra…”, indicó Cervantes.

Con sonidos de villancicos prosiguió Cristóbal Cervantes realizando un emotivo pregón del agrado de todos los asistentes, merced al caluroso aplauso final que le brindaron. Incluso le dio tiempo a subir al pequeño que lo detuvo allá por 2011 y al que le brindó uno de los momentos más mágicos de su vida, cuando fue el ayudante de Gaspar en la cabalgata de Almería, a leer una carta dedicada a toda la ciudad. “Sueñen. Soñad. Necesitamos soñar. Necesitamos que los ojos se nos llenen de buenos deseos, de buenos propósitos, de metas justas, de miradas nobles. Y de altura. Feliz Navidad”. El Coro Virgen del Carmen de Aguadulce puso el broche de oro al acto.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios