Ayer, martes 29 de junio, en la Solemnidad de San Pedro y San Pablo Apóstol, se conoció la noticia de que el obispo coadjutor de Almería, Antonio Gómez Cantero, cerrará el Seminario de la ciudad y trasladará a los seminaristas a otros seminario español.

El de Quijas, según relata 'El Confidencial Digital', convocó al Consejo de Consultores de la Diócesis de Almería para comunicar que, entre las medidas que va a tomar en los próximos días, está el cierre de este seminario y el traslado de los nueve seminaristas previsiblemente al de Murcia.

El argumento que más fuerza cogió durante este consejo fue el económico. "El alto coste de mantener el seminario en un edificio recientemente rehabilitado".

Fuentes cercanas a la Diócesis de Almería indican que el obispo está estudiando la posibilidad de enajenar el emblemático edificio del Seminario de Almería, o de trasladar ahí la sede de la Curia y los servicios diocesanos, para iniciar un proceso de venta de patrimonio.

Junto a esto, otras fuentes indican el argumento de que en este seminario ofrece actualmente una formación doctrinal según el magisterio de la Iglesia, y un modelo de sacerdote que al obispo coadjutor, le “parece de otros tiempos demasiado volcado en la piedad y en la liturgia, con mucha sotana”.

Otros miembros del clero almeriense indican que esta medida no responde solo al problema económico sino también al medio de presión a los obispos de la Provincia Eclesiástica para que se lleve adelante el plan de cierre y reunificación de los seminarios españoles en esa zona diseñado por el jesuita Germán Arana y auspiciado por los cardenales Juan José Omeya y Carlos Osoro.

Este seminario ha tenido una media, en los últimos años, de 20 seminaristas. En el presente curso comenzaron diez, aunque uno de ellos abandonó recientemente. De hecho, Almería supera en número de seminaristas a otras ciudades limítrofes como son Granada, con 8, o Jaén, con 6.

Sea como fuere, y según ha podido saber Diario de Almería, algunos miembros del Consejo de Consultores y profesores del seminario que fueron convocados después, se opusieron a esta decisión anunciada por el obispo coadjutor, que consideraron "innecesaria".