"Los católicos, si realmente tenemos sentido de la solidaridad y estamos entroncados con la fraternidad y comunidad, no debemos olvidar las nuevas cuestiones sociales". Así de claro lo expresó Juan Pablo Maldonado Montoya, profesor de Derecho del Trabajo y Seguridad Social de la Universidad CEU San Pablo, en las II Jornadas Católicos y Vida Pública, que están abordando 'La presencia pública y social de la Iglesia Católica', con la colaboración del Instituto Superior de Ciencias Religiosas de Almería (ISCR).

Fue la conclusión a una interesante conferencia, en la que analizaron los tres ámbitos sociales en los que "los católicos debemos asumir como un deber la tarea de buscar soluciones a esos problemas", a pesar de, como manifiesta Jesús García Aiz, director del ISCR, "la preocupante sensación de un cristianismo exculturado con visos de excomunión sociopolítica, de estar intentando sacarnos fuera del discurso social".

También hubo una mesa redonda con profesores y miembros de ONGs

Juan Pablo Maldonado desarrolló los tres ámbitos sociales más importantes hoy en día y donde los católicos deben estar activo. Por un lado, la igualdad de la mujer en el ámbito profesional, "que la equidad entre hombres y mujeres en el trabajo sea una realidad y no un mero discurso. Pero siempre, desde la perspectiva de que cada uno pueda mantener su esencia e identidades". En esta línea, asegura que "el verdadero reto es que la mujer no se vea conducida a negar la maternidad y su naturaleza de mujer. Por tanto, hay que repensar la empresa y la relación de los factores tiempo y lugar de trabajo, así como los modos y maneras del ejercicio de las facultades directivas".

El segundo ámbito es la integración del inmigrante. "Son necesarias políticas más abiertas. Cuidado con las políticas migratorias de los últimos años, donde al que viene con posibilidades económicas se les abre las puertas, y al que no, se le cierran". En esta línea, asegura que "tenemos que ayudar a los que vienen, y en la medida en la que sea posible integrarles socialmente. Hace falta repensar a nivel global qué ocurre con los movimientos migratorios en masa, con un tratamiento político dotado de humanidad, y ahí también debemos estar presentes los católicos".

El tercer ámbito son las consecuencias de la crisis del trabajo asalariado, en el sentido de "la pérdida de estabilidad laboral y seguridad en las relaciones de trabajo.

También se celebró una mesa redonda sobre la presencia de la Iglesia en las periferias sociales, moderada por Juan Guillermo González-Meneses, registrador de la propiedad número 1 de Almería, en la que participaronFausto Romero-Miura, abogado y escritor, Pedro Antonio Pérez, director del Secretariado de Pastoral Social y Migraciones, y profesor del ISCR de Almería, José Luis Aguilar, director de Cáritas Almería, e Isabel Mendizábal, presidenta de Manos Unidas Almería.