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El sacerdote Carlos Fernández Revuelta revive sus recuerdos el día que cumple 90 años

  • El sacerdote almeriense, que vive en la Casa Sacerdotal, ha tenido como pasión la fotografía a lo largo de su vida

El sacerdote Carlos Fernández Revuelta cumple hoy 90 años. Nacido en Almería el 2 de noviembre de 1931 es hijo de José y Amalia, propietarios de una tienda de muebles en la calle Real de Almería, conocida como Almacenes La Merced.

Es el segundo de 5 hermanos. El mayor José que tiene 94 años, fue el primer presidente de la Diputación de Almería de la Democracia, Carlos es el segundo, luego Luis, Emilio y el quinto Manolo, que falleció de un accidente de tráfico a los 26 años.

El propio Fernández Revuelta recuerda que cuando contaba 10 años ingresó en el Seminario. “Mis padres eran de Cúllar y tenían una casa, y la vendieron por 15.000 pesetas y se vinieron a Almería para poner una tienda de artículos de regalos y muebles. Tengo buenos recuerdos de mi niñez. Mis padres nos dieron una gran educación”, comenta.

Cuando estalla la Guerra Civil, Carlos cuenta con cinco años. “Recuerdo que estábamos acostados por la noche y sonaban las sirenas porque había bombardeos y el miedo me provocaba mucha ansiedad. Recuerdo los Refugios de la Guerra, y eso que era muy pequeño”.

Carlos tuvo desde muy niño la vocación para ser sacerdote, siguiendo el ejemplo de su tío Emilio que también fue cura. Ingresó en el seminario de Almería siendo un niño, y posteriormente fue profesor de dicho seminario. Fue ordenado como sacerdote el 12 de junio de 1954.

Refrescando la memoria, Carlos Fernández Revuelta recuerda su adolescencia. “He tenido mucha suerte porque he tenido magníficos sacerdotes que nos han educado en el Seminario. Además tuve muy buenos compañeros”. De joven iba a dar misa a las iglesias de San José y de Ruescas, poblaciones a las que se desplazaba en su moto Lambreta. Posteriormente se convirtió en el párroco de Santa María de Belén, la iglesia del barrio de la Chanca de Almería, donde desarrolló durante 14 años una extraordinaria labor de ayuda a muchas personas necesitadas.

Amante del fútbol desde niño, siendo un entregado jugador aficionado en su niñez, adolescencia y primera juventud, y un forofo del Real Madrid. “Desde que era niño soy seguidor del Real Madrid. Soy del Real Madrid como Dios manda”.

Muy aficionado también a la fotografía, afición que adquirió de joven. Poseía una muy buena cámara de fotos y hacía muy buenas fotografías. Siempre en todas las reuniones familiares y de amigos él era el fotógrafo oficial. “Esa afición me viene porque me trajo mi hermano Luis de Viajes Alysol una cámara de Japón. He hecho miles de fotografías”.

También ha hecho muy buenas fotografías en los numerosos viajes que ha realizado a lo largo de su vida por gran parte del mundo. Muchos de estos viajes han estado motivados por su fe cristiana: Roma, Jerusalén, Costa de Marfil etc. habiendo incluso llegado a saludar personalmente al Papa Francisco.

En una excursión a Roma, Justo Mullor le facilitó que viera al Papa. “Allí estuve en silla de ruedas porque me fallaban las piernas, y el Papa cuando acabó de hablar en un salón que cabían 10.000 personas, bajó y vino a mi. Estuvo cariñoso conmigo, me puse nervioso. Me puso la mano en la cabeza y me hizo mucho bien”. Carlos Fernández Revuelta apunta que “el Papa Francisco ha traído un aire nuevo a la iglesia. Estoy muy contento con Francisco”.

 Cabe destacar el proyecto que emprendió de Artesanía Gitana Almeriense, de venta de cestas de caña, realizadas por personas del barrio, moviendo esta artesanía por toda España y parte de Europa, consiguiendo así que numerosas familias vivieran de ello.

“Tuvimos diez de artesanía gitana donde llegamos a vender hasta 28 millones de pesetas. Ese dinero sirvió para paliar las penurias que vivían algunas familias en el barrio”, recuerda.

Sus posteriores parroquias, también en la ciudad de Almería, fueron Santa María de los Ángeles donde estuvo 4 años, y San Juan donde permaneció 18 años, hasta su jubilación a los 81 años de edad. En sus años de actividad pastoral también fue el secretario personal de los obispos Ángel Suquía y Manuel Casares. “A Manuel Casares lo quería como a mi padre, y el me quería a mi como un hijo”.

Su otra gran pasión han sido siempre sus sobrinos, 14 en total: María del Mar, Lolilla, Amalia, María Elena, Luis, Antonia, Celia, Paola, Sonia, Emilio, Lucía, Alicia, Carlos y Rafa, a los que se siente muy unido y de los que está siempre muy pendiente, ofreciéndoles toda su atención y cariño, cariño que es recíproco, pues todos ellos lo adoran. Y muy atento siempre también a sus 29 sobrinos nietos y a sus 3 sobrinos bisnietos. Especial mención merecen también sus tres cuñadas María Lola, Brigi y Vevi, que han sido para él auténticas hermanas, y su gran cantidad de primos a los que quiere enormemente.

Carlos Fernández Revuelta es encantador, muy cariñoso y amable con todo el mundo, siempre con una sonrisa en su cara, y posee un gran sentido del humor. Es muy querido por todo el mundo: familia, amigos, compañeros, feligreses. Es una persona de las que dejan huella. Ahora a sus 90 años goza de plenas facultades mentales, y sigue pensando en ayudar siempre a los demás. Se ilusiona con cada momento y con cada nueva experiencia.

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