Entrevista I José Antonio Maldonado, agricultor

“Cada vez hay más gente de letras que se pega a la agricultura en Almería”

José Antonio Maldonado, delante de su invernadero ubicado en Campohermoso. José Antonio Maldonado, delante de su invernadero ubicado en Campohermoso.

José Antonio Maldonado, delante de su invernadero ubicado en Campohermoso. / Javier Alonso (Campohermoso)

Escrito por

· Pablo Laynez

Redactor

No por vocación, sino por ser práctico en la vida, José Antonio se hizo cargo de la finca familiar. Licenciado en Derecho, es un buen ejemplo de que en el sector primario hay gente muy preparada, el mito de universidad o invernadero, por suerte, cayó en el olvido. Además de investigadores, científicos, biólogos o ingenieros, entre otros, cada vez hay más almerienses que estudiaron carreras de letras, pero que ven en la tierra una oportunidad laboral imposible de desperdiciar. Vicario de nacimiento, José tiene una hectárea de calabacines en Campohermoso desde el año 2000. Antes de abandonar la oficina y pisar la tierra, surgió en él la pasión rojiblanca por el Almería, que mantiene viva, y en los últimos años ha encontrado en las redes sociales una atalaya de opinión, donde su fina crítica no deja a nadie indiferente.

–Confío en que le vaya mejor a campaña que a su equipo, la UD Almería.

–Es difícil superar una campaña deportiva tan mala como la que estamos haciendo, estoy seguro que la agrícola va a ir mejor. Ahora mismo está yéndome bien la cosa, el año está siendo un poco flojo de precios del calabacín, pero no es desastroso. Bien, decente, lo suficiente para poder conseguir la salvación y no bajar a Segunda.

–Agricultor por elección, rojiblanco por devoción.

–La agricultura me gusta, pero no es mi pasión, no disfruto por las mañana viendo crecer las plantas. Es un trabajo como uno más, pero estoy cómodo porque soy mi propio jefe. Si volviera a nacer, no sé si volvería a ser agricultor, pero sí tengo claro que sería del Almería.

–No es habitual estudiar Derecho y trabajar en la agricultura.

–Si lo ves desde fuera, puede que sí, pero es que mi padre es agricultor desde antes de que yo naciera. He crecido viendo a mi padre trabajar en el campo. Cada vez hay más gente con carreras, que se ha pegado a la agricultura bien por oportunidad laboral, bien por tema familiar de no dejar que se perdiera la empresa de toda la vida. Las carreras de letras cada vez tienen una salida laboral más complicada y quieras que no, la gente se pega a la agricultura.

“La agricultura me gusta, pero no es mi pasión. Si volviera a nacer no sé si sería agricultor, pero sí que sería del Almería”

–Calabacín en invierno, sandía en primavera.

–Son los dos productos estrella de Níjar, calabacín de ciclo corto y sandía temprana son muy de aquí. También el tomate, claro, pero tiene más complicaciones, trabajo, inversión y riesgos, pero como yo soy un poco cómodo, me tiro a lo fácil. No es lo más productivo, pero ahí vamos.

–¿Cuál ha sido su mejor gol como agricultor?

–Cuando vendí calabacines a 700 pesetas (4,20 euros) en el año 2002. Fueron pocos pero en aquel tiempo sí que me creía que me iba a comprar un par de Mercedes. A partir de ahí, todo han sido ‘X’ en la quiniela.

–El rugoso, el trips parvispinus, ¿qué virus tiene el Almería?

–El Almería necesita alguien trabajador, como somos los agricultores. Bajo mi punto de vista, no hay nadie ahí dentro que sienta al club, únicamente te diría Juanjo Moreno, el jefe de prensa, que es el que más tiempo lleva. Ése es el problema que tiene mi equipo.

–¿Le quedan ganas para conectarse a tuiter por las noches después de levantarse a las cinco de la mañana?

–Para criticar lo que no me gusta de la sociedad, siempre hay tiempo. Hay que soltar las tensiones diarias y en las redes sociales me quito de encima mis preocupaciones metiendo caña.

–Sequía, amnistía, colista el Almería... Está que trina cada vez que escribe en redes.

–Yo me divierto, me gusta bajar al barro y enfangarme. El problema es que está todo dicho: sabes que el Almería no va a ganar el siguiente partido y que el Gobierno te va a mentir. No se me ocurren soluciones satíricas estos días para como está el equipo y el país.

–¿Confía más en que se salve el Almería o que el calabacín vuelva a costar 700 pesetas?

–En el calabacín. Ahí hay poco que rascar, me gustaría que se salvara y vender más barato en la cooperativa, pero me da que ni salvación ni me hago rico esta campaña.

–Dejando a un lado el cachondeo, lo que sí es cierto es que cada vez más los agricultores dan consejos y muestran su trabajo por redes sociales.

–Creo que es porque cada vez hay más gente formada que trabaja en la agricultura. El agricultor ha cambiado, ya no es el tradicional, ahora hay gente con muchas inquietudes que le gusta participar y mostrar su opinión en redes.

“El agricultor ya no es el tradicional, en el campo cada vez hay gente con más inquietudes que interactúa en redes”

–Me da que sabe quién es Vorkapic, ¡qué tiempos aquellos en el Municipal!

–Había ilusión en aquellos años. No es lo mismo que te venga Vorkapic por cuatro duros, uno de tantos jugadores que escaparon de la guera de Yugoslavia, que vengan ahora ya cargados de joyas, llenos de tatuajes y con el pelo tintado. Los futbolistas y el público vivían este deporte de otra manera. A Vorkapic le podías achacar que era flojo, a Marrero que era un armario, pero todos se dejaban la piel en el césped y se dejaban de florituras.

–El campo también ha cambiado un poco.

–Era muy distinto, mucho más duro que ahora. En estos momentos, es un trabajo como otro cualquiera. Creo que lo peor es la inversión que tienes que hacer y los quebraderos de cabeza que te genera, pero el trabajador de ahora tiene unas condiciones y un sueldo mucho mejor que el que había hace 30 años.

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