Tres caballos irrumpían en la A-7 en Roquetas en la madrugada del viernes provocando una colisión con un herido leve y retenciones de horas. Escaparon de una finca privada y sembraron el caos en el kilómetro 429 de la autovía, una circunstancia en investigación por los agentes de la Guardia Civil de Tráfico para determinar la sanción por una posible infracción contra la seguridad vial. No es habitual que se produzcan percances con équidos en las carreteras y vías de la provincia, si bien en lo que va de año han sido 128 las colisiones y accidentes en los que al menos hay un animal implicado. La mayoría se corresponden a siniestros con perros (56) y jabalíes (46), pero la lista de especies es larga e incluye ciervos, zorros, cabras montesas, liebres y corzos. Según datos de la Jefatura Provincial de Tráfico, las carreteras almerienses han sido escenario de 890 siniestros por la irrupción súbita en la calzada de animales entre 2012 y 2017, una media de 150 percances por año que se ha aproximado a los 200 en algunos ejercicios como en 2013. En la estadística facilitada por el Gobierno figuran 66 accidentes con heridos, pero ningún fallecido al menos durante ese sexenio. En España fueron más de 120.500 los siniestros con 3.710 víctimas y 28 muertes.

Las especies cinegéticas, excluidas las aves, provocaron 20.492 accidentes de tráfico en el último año, según los datos de la Dirección General de Tráfico, unos registros que sólo suman aquellos atropellos y choques en los que se ha dado parte a la Guardia Civil y agentes de las policías locales. Peligrosas maniobras y graves colisiones suelen ser el resultado de este tipo de accidentes en los que, además de daños materiales, se genera un grave riesgo para la integridad de los conductores a los que pillan de improviso sin apenas tiempo para reaccionar. Debido a las necesidades de desplazamiento de los animales en busca de alimento o pareja, la accidentabilidad se recrudece en las zonas de interior y durante los meses de invierno. No obstante, la mayoría de los incidentes que se han registrado en lo que va de año en la provincia han tenido lugar en la Autovía del Mediterráneo, que acapara 36 de un total de 128, seguida por la A-334 de Baza a Huércal-Overa (9), la Nacional 340 antigua (7), la A-1100 entre Cóbdar y Uleila del Campo (6), la A-349 de Tabernas a Olula (5) y la A-1051 que une la A-7 y Roquetas (4). Desde la Jefatura Provincial de Tráfico para reducir este tipo de siniestralidad, se remiten los informes, una vez analizadas las causas, al titular de la vía para que impida el acceso a la calzada, así como cuando existen necesidades específicas de señalización.

En los últimos años, el incremento de los atropellos de jabalíes y ciervos en determinadas zonas de las sierras de la provincia propició quejas y reivindicaciones entre colectivos de motoristas e incluso desde la Federación Andaluza de Caza que han sido atendidas en carreteras de la Junta de Andalucía en las que se reforzó la señalización con una inversión de más de 80.000 euros en paneles triangulares del tipo P-24 (paso de animales en libertad) y en carteles de acero de grandes dimensiones y pintadas con colores reflectantes en puntos estratégicos del interior. El El 50% de los conductores ha experimentado algún episodio de riesgo por la involucración de un animal, al menos un 6% sufrió un accidente y el 94% los ha visto en las vías durante su circulación. El 4% de las colisiones con especies cinegéticas provoca lesiones a los ocupantes de los vehículos y con los jabalíes la tasa se incrementa al 5,25% según el estudio Ponle Freno de AXA. El coste medio de las reparaciones en un vehículo accidentado con los animales de caza es de 1.155 euros, un 37% superior a los daños causados por los domésticos. Entre los consejos para evitar los siniestros de este tipo aparecen reducir la velocidad con una conducción defensiva en zonas de riesgo, mantener en buen estado luces y limpiaparabrisas y evitar volantazos si aparecen.