Crónicas desde la ciudad

Cerro de San Cristóbal (y VIII)

  • No es cierto que el Sagrado Corazón fuese “fusilado” y dinamitado en los aciagos primeros días de la guerra incivil. Documentos oficiales y la propia prensa del Movimiento los desmienten

Escudo de Almería.

Escudo de Almería.

Las elecciones municipales en abril de 1931 propiciaron la instauración de la II República Española. Atrás quedó el monolítico nacional/catolicismo imperante y la Consagración de la Ciudad al Sagrado Corazón. Nuevos aires ideológicos (laicos, civiles) se imponen y pronto cuestionarán la permanencia del “Santo” en el Cerro. Tras una primera iniciativa del grupo socialista en el neófito Ayuntamiento democrático, el pleno de 2 de mayo de 1932 incluye una moción en la que cuatro ediles solicitan:

  1. Que se invite al representante en Almería de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana a que en el plazo de quince días traslade a un local cerrado de su religión la imagen en piedra que se dice simboliza al “Sagrado Corazón de Jesús”, enclavada en el Cerro de San Cristóbal.
  2. Que si en el plazo fijado no procedieran al traslado de la citada imagen, se entenderá que hacen renuncia y abandono de ella.
  3. Que al finalizar el plazo de quince días, el Ayuntamiento proceda a la demolición de este signo exterior de religión.

La oposición les hizo saber que esto no era posible al tratarse de un dominio privado y que el asunto debía quedar sobre la mesa para su estudio. En cambio, fue aprobada la enmienda del concejal Ortiz tendente a que se vallara y techara de forma que no fuera visible al público, “porque la permanencia de la imagen en la forma actual es posible que produzca un día de luto en la Ciudad”. Y que cesaran los cultos en que se prodigaban proclamas a favor de la Monarquía y de Cristo Rey. Así se evitarían alteraciones ciudadanas y sucesos lamentables como el ocurrido en abril de 1932 en que “algunos jóvenes extremistas comenzaron a dar vivas con objeto de interrumpir la ceremonia religiosa, objeto que no fue logrado”. Uno de estos pasó a disposición judicial.

Finalmente se aprobó la cerca y cubierta, dándole un mes de plazo a la propiedad para ejecutar las obras. El acuerdo no se cumplió, pese a rechazar el recurso del Patronato del Sagrado Corazón, representando por Ángela Fornovi. En julio de 1933, sendos escritos solicitando su eliminación, presentados por Socorro Rojo Internacional y la Liga Atea, quedaron pendientes del desarrollo de una anunciada Ley de Reforma Agraria, por la que el Cerro se inscribiría en favor del Ayuntamiento. La ley no llegó a promulgarse en tal sentido y las fincas registrales núms. 15224 y 12543 siguieron engrosando el patrimonio del Obispado de Almería.

Ocultamiento

No son pocos los que en distintos medios mantienen a modo de mantra o “dogma de fe” (sin mayor verificación que el habitual “corta y pega”) que el icono sacro fue destruido en los aciagos primeros días de la guerra civil, afirmándose incluso que fue “fusilado” (López Martín, Juan: La iglesia de Almería y sus Obispos) y dinamitado al finalizar julio del 36. Sin embargo no es cierto. Muy a pesar de pretendidos testimonios presenciales que dieron pábulo al atentado impío (Martín del Rey, en su cavernario Ofrendas del Cautiverio, y el mismo Patronato), documentos del propio régimen franquista los desdicen, cuantificando los daños en su justa medida. Así, la “Memoria de la situación de Almería como consecuencia de la dominación Roja”, elaborada en febrero-marzo de 1941 y remitida al Ayuntamiento (AMAL, leg. 541), auténtico inventario oficial de los destrozos causados en inmuebles, imágenes y mobiliario religioso, no lo contempla en epígrafe alguno. Sí lo hace respecto a la ermita adosada: “Totalmente destruida”. Yugo, diario de Falange Española y por tanto cualificado notario de lo sucedido el lustro anterior, publica el 26 de febrero de 1942. De la noticia se hizo eco literal el madrileño ABC al día siguiente:

...Es acuerdo unánime de las autoridades eclesiásticas y civiles, como también del Patronato, sea colocada (en el Cerro) la misma imagen que antes recibiera la adoración de la ciudad, y que quedó MILAGROSAMENTE ÍNTEGRA, no obstante la salvaje profanación de que se le hizo objeto durante el abominable periodo marxista… La bella imagen, tallada en mármol blanco de (sic) Macael y restaurados los PEQUEÑOS DESPERFECTOS por el artista almeriense Percebal… (los brazos sí habían desaparecido)

En abril de 1946 la misma estatua del Sagrado Corazón fue repuesta en su emplazamiento original

Encarnación González –divulgadora del histórico y atractivo paraje a través de visitas guiadas con la Asoc. Chanpe- reprodujo esta gacetilla el 15-X-2018 en LVA (sucesor cronológico de Yugo) en su artículo “La ermita, el Santo y el escudo”. Aventurando, además, una novedosa y verosímil hipótesis:

“Ningún daño más se conoce sobre la estatua. Más bien se barrunta que incluso antes del alzamiento en Melilla del general Franco, el Patronato del Sagrado Corazón, que estaba bien avisado… pudiese haberla bajado y escondida dentro de la misma (ermita)”. Y concluye. Aunque “desmochado” de la corona, el escudo resultó igualmente indemne y tras su paso decorativo por la Cta. de Ronda y Plaza Vieja actualmente se encuentra semi oculto y abandonado en una jardinera junto a la rotonda de Pescadería, a pesar de las reivindicaciones de la antedicha Asociación… ¡Cosas de Almería!

Reposición

Llegados a la ominosa posguerra, Yugo reitera en editoriales y notas la profanación sufrida por el monumento, insistiendo en la necesidad de reintegrarlo a su emplazamiento original. Ahora cuentan con el patrocinio económico de los gobernadores (saliente y entrante) García del Olmo y Rueda Sánchez-Malo; Diputación Provincial y Ayuntamiento, bajo la alcaldía de Viciana González; en una década en la que se sucede l entronización del Sagrado Corazón en distintos organismos oficiales. El proceso se acelera con la llegada en abril de 1941 de Prieto Moreno, conservador de La Alhambra y Alcazaba, quien indica las directrices del proyecto que correrá nuevamente a cargo del arquitecto Langle Rubio.

Monumento Monumento

Monumento / Javier Alonso (Almería)

En marzo de 1940 el Patronato solicitó al Ayuntamiento el arreglo del camino al Cerro y una subvención para reconstruir el monumento. El preceptivo informe-presupuesto elaborado por arquitecto municipal y sometido a la Dirección General de Regiones Devastadas no obtuvo repuesta. Finalmente, tras una reunión en el palacio episcopal en febrero de 1944, el obispo ordenó el comienzo de las obras con lo recaudado por una “comisión de Damas” y la colecta mensual en templos de la ciudad. No estoy en condiciones de precisar lo aportado por cada una de las instituciones citadas ni su coste total, presumiblemente 150 mil pesetas. Definitivamente, el 28 de abril de 1946 el Sagrado Corazón fue bendecido con pareja magnificencia y boato que su antecesor de 1930.

Distintos plenos y comisiones municipales cuestionaron la permanencia del icono sacro en el Cerro

Como novedad incorporan la palabra REINO en cada una de las fachadas del templete. El escudo se mantuvo en él hasta su remodelación arquitectónica en los Sesenta; depositándolo en la Plaza Vieja y sufriendo un nuevo nomadeo al erigirse el “pingurucho” de Los Coloraos. Termino el serial dedicado al Cerro de San Cristóbal dejando las vicisitudes de esta imagen, la más reciente del año 2000 y el convenio urbanístico de hace meses al buen criterio de aquellos investigadores que quieran tomar el relevo. Salud.

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