Coronavirus Almería

  • Crece el paro en la provincia, pero hay un mayor número de autónomos que antes de la crisis y se cerró el año con 57 empresas más. El sector agroalimentario sale fortalecido mientras que los servicios pierden 752 empresas y 1.261 trabajadores

Contrastes de la economía almeriense en pandemia

Contrastes de la economía almeriense de la pandemia Contrastes de  la economía almeriense de  la pandemia

Contrastes de la economía almeriense de la pandemia / Javier Alonso

Escrito por

· Iván Gómez

Redactor Jefe

Más allá de la desgarradora huella sanitaria y secuelas sociales que ha dejado la pandemia sobre la vida de millones de personas en todo el mundo, la pesadilla del coronavirus ha asestado un duro golpe a la economía a nivel global. En consonancia con la brutal caída del 11% del PIB nacional, uno de los mayores retrocesos de los países desarrollados en 2020, la crisis sanitaria ha mermado seriamente la renta y riqueza provincial, pero la “fuerte desaceleración” de la actividad e ingresos de las empresas no ha tenido un impacto homogéneo, sino más bien asimétrico, por lo que se han concentrado sus efectos más nocivos sobre determinados sectores. De hecho, una de las consecuencias más perniciosas es la falta de oportunidades laborales de los jóvenes que se deberían incorporar al mercado laboral y de los que han perdido el trabajo.

El análisis de las cifras del primer año permite desentrañar cómo ha sido el impacto de la policrisis a escala de empresa, una heterogeneidad que se aprecia en las comparativas de actividad, facturación y empleo del mes previo a la irrupción de la COVID-19 y del mismo periodo un año más tarde. La primera lectura es que han sufrido más las empresas de menor tamaño y también las más jóvenes, si bien los efectos son muy variables incluso dentro de las diferentes ramas de actividad. Ocurre igual con las zonas con mayor peso del turismo e incidencia en la movilidad. Analizando el número de empresas y trabajadores por sectores se evidencia que los servicios, en el que se incluyen hostelería y comercio, son los más castigados porque contabilizan en febrero de este año 752 y 1.261 empleados menos que en el mismo mes de 2020, mientras que el agro almeriense en ese periodo presenta 337 firmas más que antes.

En febrero de este año había 8.204 almerienses en ERTE y en marzo esa cifra ha bajado a 5.528

La agricultura mantiene su liderazgo tirando del carro de la economía provincial y ha conseguido aumentar la exportación y su valor en un 3% en el peor escenario. Es evidente que la ralentización económica por las medidas de prevención de los contagios se ha cebado principalmente con la hostelería y restauración que concentran 35.000 de los 71.300 contratos iniciales que se dejaron de hacer el pasado año en la provincia en relación al ejercicio anterior. El sector más damnificado creó 63.355 contratos en 2019 frente a los 28.518 de 2020 y ha encabezado desde un primer momento la estadística de los afectados por los ERTE y también la de los despidos. Bares, restaurantes y hoteles han sufrido el verdadero colapso de la policrisis y el agotamiento financiero por la caída de los ingresos ha propiciado la quiebra de decenas de negocios en Almería.

En términos generales, la provincia presenta 1.275 trabajadores y 410 empresas menos que antes de la crisis sanitaria pasando entre febrero de 2020 y 2021 de 220.493 a 219.218 trabajadores y de 28.781 a 28.371 empresas. El agro era el sustento de 10.445 empresas y 48.374 personas hace un año y hoy alcanza a 10.782 firmas y 48.322 personas. La construcción y la industria, pese al parón, se mantienen en cifras similares dentro del tejido productivo, al igual que ha ocurrido con la piedra natural que aguanta el envite sin grandes estragos.

Las cifras de la pandemia Las cifras de la pandemia

Las cifras de la pandemia

Según los datos facilitados por el Ministerio de Trabajo a este periódico, la provincia arrancó el año de la pandemia con 28.631 empresas inscritas en la Seguridad Social y lo cerró con 28.688, una cifra tan sorprendente como desconcertante al contrastar la percepción económica de hecatombe extendida en la sociedad con el saldo favorable. 57 empresas más pese a la crisis. No es el único brote verde en la radiografía de la economía provincial, los sufridos autónomos están sobreviviendo a duras penas pero no han perdido el espíritu emprendedor. Almería pasa de 59.572 empresarios por cuenta ajena a finales de febrero de 2020 a 60.735 doce meses después, lo que se traduce en 1.163 autónomos más hoy que antes de la COVID-19.

“En plena explosión de la pandemia y de limitaciones de actividad, Andalucía ha sumado 34 autónomos cada día en lo que llevamos de 2021”. Lo explica el presidente de ATA Andalucía, Rafael Amor, poniendo en valor el impulso del emprendimiento en la comunidad en el peor momento y la provincia ya aporta casi el 12%. La prestación de los autónomos alcanzaba a 20.522 personas en agosto del pasado año y hoy sólo la solicitan 5.523 porque han podido reactivar sus negocios. De hecho, ocurre igual con los ERTE cuya evolución se presenta como otro dato para la esperanza en tiempos de conmoción y mascarillas. De 25.466 trabajadores en ERTE en mayo de 2020 se ha pasado a 5.528 en marzo, más de 2.600 empleados en el último mes.

La falta de oportunidades laborales para jóvenes es una de las consecuencias de la desaceleración

Los beneficiarios de las prestaciones de la Seguridad Social para paliar los efectos de la pandemia han pasado de 24.584 en abril del pasado año a 2.823 en febrero del actual y el gasto total evoluciona de 63 a 37 millones de euros. El Estado invirtió 1,5 millones de euros cada día en la protección por desempleo en la provincia durante 2020, siendo preocupante en la actualidad la creciente cifra de parados que no cobra ninguna prestación. De hecho, el paro es el peor de los indicadores en la radiografía económica provincial, es la cruz de una moneda que afecta ya a 70.922 almerienses, lo que supone un crecimiento del 9,45% más que en marzo del pasado año, nada menos que 6.126 personas.

En relación al mes anterior aumenta en 347 desempleados y sólo deja algún matiz para la esperanza: se alcanza récord mensual de contratos indefinidos (19,6% del total) y el número de contratos de trabajo más alto en cuatro meses con 27.597. En el último cuatrimestre del año, la Encuesta de Población Activa (EPA) recoge una tasa de paro del 21% frente al 18,5% del mismo periodo del ejercicio anterior y rebaja la de actividad del 60,7% a un 59,7%. La tasa de empleo cae casi dos puntos y medio. Indicadores que vislumbran un horizonte negativo si no se despeja pronto la incertidumbre por la lentitud de la vacunación, si bien desde un primer momento han surgido brotes verdes hacia la esperanza en tiempos de aflicción.

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