Almería

Hermanamiento y cena renacentista entre Vélez Blanco y Padules

Recrear con la máxima fidelidad momentos históricos que fueron importantes para el desarrollo y futuro de los pueblos. Adules y Vélez Blanco celebraron el pasado domingo un Hermanamiento y una cena renacentista para estrechar lazos entre los dos municipios y seguir ampliando este tipo de actos entre los dos pueblos.

Dietmar Roth, teniente alcalde del Ayuntamiento de Vélez- Blanco, explica en lo alto del Castillo y con los ropajes de la época en qué consiste la actividad: "El festival ya está consolidado con la celebración de talleres y conciertos de música renacentista y barroca. Ahora hemos querido ampliar la temática mostrando la vida cotidiana de aquel momento. Hemos estado celebrando un taller de confección renacentista con la ayuda del cura de Sorbas, Francisco Martínez Botella".

Roth asegura que han sido muy precisos y fieles a lo que fue la época: "Hemos utilizado patrones originales, telas… hemos intentado que sea un gran aprendizaje sobre la ropa de la época, no son disfraces.

El teniente alcalde adelanta que el objetivo es crecer en este tipo de actividades y siempre relacionadas con este momento histórico: "Para el año que viene nos gustaría celebrar unas jornadas gastronómicas".

La representación partió desde el Castillo de Vélez Blanco. Casi sesenta personas procedentes de Padules se vistieron desde Vélez Blanco para comenzar con la recreación. Hombres, mujeres, jóvenes y niños decidieron participar en este desfile y que las calles del municipio volvieran al pasado. Antes de llegar a la Casa Consistorial, estos vecinos del pueblo de la Alpujarra bajaron por las calles del pueblo, pasando por la Morería.

Ya en el Ayuntamiento, los dos máximos responsables de los municipios: Antonio Cabrera, alcalde de Vélez Blanco, y Antonio Gutiérrez, alcalde de Padules, firmaron el Hermanamiento para caminar juntos en esta aventura renacentista, Leyeron un manifiesto y después de todos los actos protocolarios toda la comitiva de Padules más la que sumó de Vélez Blanco se dirigió hacia la zona del Convento donde se había montado un campamento con zonas donde se hacía comida, se desgranaba el maíz, o se tejían telas.

Después de esa muestra de algunos talleres de la época, por la noche comenzó la cena renacentista, donde comer con las manos estaba permitido y era casi obligatorio. Largas mesas dispuestas en el atrio del convento y vasos y platos hechos con barro para simular mejor el momento. Esta cita organizada por el Ayuntamiento ponía el broche de oro a una semana intensa del Festival de Música Renacentista y Barroca de Vélez Blanco. Distintas personas del pueblo, y de otros municipios limítrofes no quisieron perderse esta cita. Muchos ataviados con trajes renacentistas y otros con ropa actual pero todo el mundo con la misma filosofía: disfrutar del momento de convivencia.

Anonimus IV fue la agrupación encargada de poner la banda sonora a lo largo de toda la noche. Los alcaldes de los dos municipios presentaron el hermanamiento a todos los comensales y vivieron un momento mágico para los dos municipios.

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