Tribunales

Matar a tiros a un hombre en un pub le puede costar 23 años de prisión

  • Arranca la vista oral con jurado popular contra el presunto autor del tiroteo y sus dos cómplices en la Audiencia Provincial

Familiares y conocidos de los acusados aguardan durante la vista oral en la puerta de la Audiencia Provincial.

Familiares y conocidos de los acusados aguardan durante la vista oral en la puerta de la Audiencia Provincial. / D.A. (Almería)

Cuatro de la mañana del 4 de febrero de hace dos años. Hasta la puerta del pub Infinity, en la calle García Espín de ElEjido, llegan dos vehículos. Uno de ellos se detiene ante el local pero su conductor, M.C.C., no apaga el motor. El segundo, en el que van otros dos hombres, A. L. F. F. y F. D. C. G., se coloca “bloqueando la calle e impidiendo la posibilidad de huida de las personas que se encontraban” en dicho lugar.

Acto seguido, M.C.C., baja del coche por la puerta del copiloto, empuñando un arma corta de fuego y se dirige hacia un hombre de 36 años que se encontraba en la puerta del pub con un grupo de familiares y amigos. De forma “sorpresiva” y con “intención de causarle la muerte”, M.C.C. dispara 4 o 5 veces contra él. Una fatal agresión que desembocó en la muerte de la víctima el 28 de febrero de 2018, tras ser intervenido por las múltiples perforaciones en asas intestinales que sufrió.

¿Qué había ocurrido?Según el fiscal Manuel Hermoso, apenas media hora antes se produjo una discusión dentro del pub entre el fallecido y el principal acusado, M.C.C., de los tres que desde este miércoles son juzgados por un jurado popular presidido por la magistrada Soledad Balaguer, de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Almería. Un desencuentro tras el que M.C.C., A. L. F. F. y F. D. C. G., siempre de acuerdo al relato del Ministerio Público, abandonaron el establecimiento.

Los otros dos acusados habrían bloqueado la calle para impedir la huida de la víctima

Sin embargo, esta versión de los hechos contempla una supuesta represalia con apenas 30 minutos de diferencia entre la riña y el tiroteo. Tras esta aparente marcha, los acusados habrían regresado para matar a la víctima. El fiscal Hermoso también recoge en su escrito, consultado por este periódico, cómo uno de los acompañantes e la víctima, su sobrino, intentó impedir que M.C.C. siguiera disparando a su tío. “Éste le apuntó con el arma en la cabeza al tiempo que le decía “que te mato, te mato” por lo que el sobrino quedó paralizado, momento en que el acusado M.C.C., con ánimo de menoscabar la integridad de éste, le propinó un fuerte golpe en la cabeza con el arma de fuego que portaba”, afirma el fiscal.

Con todo, en su calificación no se contempla qué contempló la pelea, algo que ya han apuntado los abogados de la defensa en sus respectivos escritos, en los que señalan un desencuentro económico relacionado con un acuerdo previo para traficar con drogas. No obstante, en esta primera sesión del juicio, poco más se ha podido conocer, ya que los acusados comenzarán a declarar este jueves, sin que haya dado tiempo a mucho más, al margen de los alegatos iniciales del fiscal Hermoso, el abogado de la acusación Juan José Bonilla, y los de la defensa, Mónica Moya, Francisco Fernández Lupiáñez y José Antonio Bonachera.

La letrada Mónica Moya que representa a M.C.C. ha insistido en la relevancia de la “prueba física” frente a la testifical, que componen fundamentalmente los familiares de la víctima que presenciaron el suceso, junto al dueño del pub y el portero. La defensa ha incidido asimismo en el que el acusado actuó movido por un miedo insuperable, sentido en el que deslizado que el acusado no era la única persona que portaba armas de fuego. Igualmente, y a través de un informe forense de parte, tratará de probar que la víctima murió de un solo disparo y a consecuencia de “complicaciones” posteriores a su intervención quirúrgica para desarmar la acusación por asesinato. 

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