Cuatro de cinco miembros de un grupo que organizó el traslado de más de 84 kilos de hachís al puerto de Almerimar, tras recoger el estupefaciente en alta mar, han reconocido esta mañana los hechos durante la vista oral celebrada ante la Sección Tercera de la Audiencia de Almería.

Los cuatro han aceptado el relato de los hechos realizado por el Ministerio Público tras alcanzar un acuerdo con la fiscal, por el que se reducirá al final del juicio la petición de penas que se realice contra ellos, que hasta ahora era de 6 años por un delito contra la salud pública para todos.

La Fiscalía también reclamaba para uno de ellos, M.L.B., un año de prisión por un delito contra la seguridad vial y un año y nueve meses de cárcel por un delito de amenazas, y otro año más de prisión por un delito contra la seguridad vial para J.F.R.P. -el único investigado que no ha alcanzado un acuerdo ni reconocido los hechos, pero que ha sido señalado por el resto-.

La calificación del fiscal señala que desde los primeros días de mayo de 2017, los acusados se concertaron para introducir una "importante cantidad de hachís" en el país. Para ello pretendían utilizar una embarcación adquirida por M.L.B. en abril de 2016.

Sobre las 04:34 horas del 8 de mayo de 2017, los acusados F.A.C. y E.S.F. accedieron a esta embarcación en el puerto de Almerimar y se dirigieron a alta mar para recoger el hachís, tras lo que regresaron a su punto de partida, dejando allí atracado el barco.

Un día después, E.S.F., M.L.B., F.A.C. y L.A.C. acudieron a dicho barco y permanecieron en su interior realizando gestiones para trasladar parte del hachís y ocultar el resto, mientras el investigado J.F.R.P. realizaba labores de vigilancia con "recorridos repetitivos" en un coche por los alrededores, algo que ha negado este acusado.

Así las cosas, sobre las 18:15 horas los acusados F.A.C. y L.A.C. se fueron del barco con tres neveras y un macuto "repletas de tabletas de hachís envueltas en cinta marrón", siendo identificados por la Guardia Civil tras introducir dichos objetos en un vehículo.

Poco más tarde, llegó al puerto de Almerimar en un automóvil M.L.B., quien rebasó a gran velocidad a unos agentes que permanecían en funciones de custodia. Tras esto comenzó a realizar maniobras evasivas que pusieron en peligro a dos peatones, hasta ser detenido después de que accediese a una calle sin salida.

Fue entonces cuando se dirigió al sargento jefe del EDOA de la Comandancia y le dijo que lo iba a matar y que iba a ir a por su mujer e hijo porque era la tercera vez que lo detenía.

Sobre las 19:30 horas J.F.R.P. fue localizado en la N-340a dirigiéndose hacia a la A-7 en dirección de El Ejido pero a la altura de La Mojonera emprendió la huida al darse cuenta de que era seguido por agentes de la Guardia Civil.

Presuntamente circuló a gran velocidad a la vez que realizaba maniobras de adelantamiento "antirreglamentarias" hasta que fue interceptado arrestado en la rotonda de acceso al puerto de Almería.

Un día más tarde se llevó a cabo el registro de la embarcación, en la que fueron intervenidos 35 paquetes de hachís con un peso de 84,614 kilos valorados en 136.555,78 euros.

J.F.R.P. ha asegurado que se encontraba en el puerto de Almerimar buscando un lugar en el que comer con su novia y que regresó a Almería cuando lo llamó su esposa, para que esta última no supiese de su aventura, y que regresaba por la tarde para encontrarse con la primera, cuando tuvo que regresar para atender a sus hijos tras una llamada de su madre.