Una mujer acusada de comprar diversos productos informáticos y telefónicos en Internet con tarjetas de crédito que había obtenido con datos de clientes estafados con ventas de teléfonos móviles que nunca entregó, para revenderlos en tiendas de segunda mano, ha aceptado hoy tres años y tres meses de cárcel.

Fuentes judiciales han informado a Efe de que la acusada, F.P.V., ha mostrado su conformidad durante la vista oral celebrada esta mañana ante la Sección Segunda de la Audiencia Provincial después de que el Ministerio Fiscal haya rebajado su petición inicial de seis años de prisión.

Asimismo, han señalado que un segundo acusado se encuentra en situación de rebeldía, por lo que no ha podido ser juzgado hoy, sino que lo será cuando pueda ser detenido, ya que se ha ordenado su búsqueda y captura.

Los acusados J.M.D.H. y su pareja F.P.V., se dedicaban a vender móviles de última generación por Internet, sin llegar a enviar estos terminales "puestos de común acuerdo y con ánimo de enriquecimiento injusto", según la calificación fiscal consultada por Efe.

De esta forma, solicitaban a los compradores una copia de sus DNI a través de WhatsApp, que "luego utilizaban para seguir realizando actos delictivos, ocultando así su verdadera identidad".

El escrito relata diversos hechos de este tipo, en los que los acusados utilizaron para identificarse los datos de un hombre con el que realizaron la compra, en este caso "satisfactoria", de un móvil en marzo de 2014.

También recoge otros actos en los que utilizaron diferentes identidades no sólo para vender móviles a través de páginas de segunda mano, sino también relojes, etc.

En otro caso, utilizaron los datos de uno de los estafados para contratar una serie de tarjetas de crédito para adquirir productos a través de Internet.

Asimismo, solicitaron otra tarjeta presentando los datos de otra persona y una nómina alterada con su nombre, para hacerse con productos informáticos y telefónicos valorados en 10.490 euros, también en Internet.

El mismo procedimiento que utilizaron en otros casos para hacerse con bienes valorados en 36.738, 17.274, 18.487, 570 y 5.996,96, entre otros.

Con este método, causaron un perjuicio total de 89.558,01 euros a la entidad que emitió, en todos los casos, las tarjetas de crédito.

Tras esto, "vendieron muchos de los productos adquiridos" en un establecimiento de segunda mano de la capital almeriense.

Por estos hechos, F.P.V. ha sido condenada a un año y medio de prisión por un delito de estafa agravado y a un año y nueve meses de cárcel por un delito continuado de falsificación en documento mercantil, y se le imponen además sendas multas y el pago de una indemnización de 80.000 euros.