El gran desafío de la salud mental: 327 muertes por suicidio en el último lustro en Almería
Hoy se celebra el Día Mundial para la Prevención del Suicidio y, pese a ser un problema de salud pública de primer orden, apenas tiene visibilidad y necesita más medios preventivos
El suicidio, un tema tabú que tiene cura
El Día Mundial para la Prevención del Suicidio cumple dos décadas como una efeméride más que necesaria para visibilizar un grave problema para la salud pública con consecuencias sociales, emocionales y económicas de gran alcance. Fue establecido el 10 de septiembre de 2003 por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio con el respaldo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y cada año pone de manifiesto la necesidad de abordar, principalmente desde la prevención y la comprensión que acabe con el estigma que sufren los afectados y sus familias, el aumento de las conductas suicidas y autolesiones. Cada día se quitan la vida de forma voluntaria once personas en España. Desde comienzos de siglo, el registro anual nunca ha bajado de 3.000 muertes y en el mundo las estimaciones cifran el impacto de esta epidemia en más de 700.000 suicidios cada año.
En 2022 fueron 4.097 fallecidos en nuestro país, un 2,3% más que en el ejercicio anterior, tal y como recoge el informe 'Defunciones según la causa de muerte' del Instituto Nacional de Estadística. La tendencia al alza se mantiene de 2018 y ya triplica las víctimas mortales de los accidentes de tráfico. En la provincia de Almería han sido 62 fallecidos por suicidio en el último año, 69 en 2021, 72 en 2020, 57 en 2019 y 67 en 2018. Nada menos que 327 muertes por autolesiones y conductas autolíticas en el último lustro, 233 hombres y 94 mujeres. Los registros más altos se produjeron durante la crisis económica, cuando empezaban a aflorar las deudas, el desempleo y los desahucios, con 84 y 76 suicidios en los años 2008 y 2009, casi el doble de los que se daban a principios de siglo como, por ejemplo, 43 en 2003.
Con la irrupción de la pandemia, la estadística volvió a dispararse a 72 fallecidos en 2020 para experimentar después un leve retroceso en los años posteriores que no rebaja lo más mínimo la preocupación de los profesionales sanitarios porque que no alcancen la muerte no significa que no se produzcan cada vez más intentos. Por las consultas del Salud Mental del hospital universitario de Torrecárdenas pasan cada día tres o cuatro personas que quieren suicidarse y no lo consiguen y el servicio de emergencias sanitarias del 061 aporta un dato demoledor: entre 2019 y 2021 recibieron más de 1.700 alertas por episodios relacionados con el suicidio y las autolesiones. En el conjunto de Andalucía fueron 22.978 peticiones de asistencia relacionadas con amenazas suicidas y en el primer trimestre de 2023 las llamadas al 061 han aumentado un 16% en relación con las del mismo periodo del año anterior.
Con más de 60 casos en 2022 ya es la primera causa de muerte no natural superando a distancia otros detonantes como el de los siniestros de tráfico (40 fallecidos), caídas accidentales (60), ahogamiento (40) y agresiones (10). La tasa de mortalidad por suicidios en Almería se ha situado en 9,72 muertes por cada 100.000 habitantes, cuatro puntos más que en 2012 (5,65) y tres que en 2017 (6,42). Aunque está por encima de la media nacional (8,46), no es ni mucho menos la mayor de Andalucía, cuya media ronda los 8,5 y se dispara a 13,3 en Jaén y 12,3 en Córdoba. La mayoría de las muertes están asociadas a depresiones, trastornos psicóticos e ideas suicidas. Según diferentes estudios, hay dos perfiles principales, los de personas que acumulan factores de riesgo (problemas económicos, de pareja, laborales, enfermedades...) y las que tienen diagnóstico de depresión y otros problemas de salud mental, que representan en torno al 80% de los intentos autolíticos.
Familiares y amigos, eslabón clave en la prevención
La incidencia al alza de este gran desafío para la salud pública no escapa a los profesionales de la especialidad que inciden en la necesidad de romper tabúes y mitos para avanzar en la prevención. Reclaman más medios materiales y humanos para poder afrontar esta gran lacra invisible para el conjunto de la sociedad y las administraciones públicas. Fernando Collado, psiquiatra de la Unidad de Gestión Clínica de Salud Mental de Torrecárdenas y creador del programa de prevención del suicidio, reconoce que las cifras reales de suicidas son mucho mayores a las que trascienden en la estadística de muertes porque la mayoría de intentos no se culminan ni llegan a las urgencias hospitalarias y a veces se camuflan en otros epígrafes como podrían ser los accidentes de tráfico. "El suicidio presenta una ambivalencia. No siempre hay un deseo de muerte. El suicida no busca la muerte, sino vivir de otra manera porque en ese momento no encuentra otra salida a la situación que está atravesando", argumenta.
"Realmente muy poca gente desea de verdad morir, tiene un sentimiento de angustia y desesperanza y surgen ideas de muerte". De ahí que la mayoría de veces quede en tentativa, si bien reconoce que "cuando una persona se intenta suicidar y no lo consigue hay papeletas para un segundo intento que sí se podría materializar", explica. En este sentido, el doctor Collado, que tiene una clínica especializada en la calle Hermanos Pinzón, explica que "una vez que hay tentativa ya vamos tarde como estrategia". Para atajarlo de raíz hay que detectarlo con antelación como ocurre con un tumor y falta mucho trabajo en prevención. "Hay muchas personas sin antecedentes previos en salud mental, el entorno es clave para la captación, que amigos y familiares detecten que algo no va bien", detalla. Precisamente el lema del Día Mundial de este año es "Crear esperanza a través de la acción" poniendo en valor la necesidad de una acción colectiva (familia, allegados, compañeros de trabajo, miembros de la comunidad, profesionales de la salud) para abordar este problema al alza.
Recursos públicos disponibles
Durante el último año, las Urgencias Hospitalarias atendieron en la comunidad 5.042 intentos de suicidio, entre ellos 392 menores. Normalmente son la vía de entrada al sistema sanitario, así como una proporción menor de pacientes que llegan tras la derivación desde la Atención Primaria. El primer Plan de Prevención de la Conducta Suicida en Andalucía, que carece de recursos humanos y económicos propios, se sostiene sobre los equipos de Salud Mental de la Sanidad Pública. Entre las 32 actuaciones previstas en este plan de prevención 2023-2026 destacan el Código Suicidio, un protocolo específico en Emergencias Sanitarias-061 y medidas preventivas dirigidas al ámbito escolar. El Código Suicidio es un protocolo diseñado por expertos entre las medidas prioritarias del plan de prevención que aplicarán los hospitales antes de que termine este año 2023. El protocolo hospitalario se perfila como una cadena de supervivencia similar al Código Infarto o al Código Ictus con la implicación de profesionales sanitarios en distintos niveles.
Torrecárdenas cuenta con un programa específico de actuación para atender lo antes posible los nuevos casos y recibir al paciente en consulta del especialista en un plazo máximo de una semana si no ha sido necesario ingresarlo. A pesar del buen funcionamiento del circuito asistencial, siempre son necesarios más medios y sobre todo más campañas. Fernando Collado recuerda que siguen sin un Plan Nacional de Prevención del Suicidio y que se puso en marcha un teléfono (línea de atención de la conducta suicida 024), pero no ha tenido la promoción necesaria como si ocurre con otros ámbitos como el de la seguridad vial. El Teléfono de la Esperanza de Almería (950269999) es otro de los servicios gratuitos de asesoramiento y la fundación ANAR ofrece otra línea destinada a los menores de edad (900202010).
El documento 'La conducta suicida' elaborado por la Confederación de Salud Mental España explica que los factores que más influyen en un intento de suicidio son los antecedentes de depresión o de otro trastorno mental. Y estiman que hasta el 90% de las muertes consumadas se atribuyen a personas con algún tipo de problema mental asociado, sin olvidar que casi un tercio de la población española padece algún tipo de trastorno. Según el Informe Anual del Sistema de Salud 2020-2021, en la red pública de atención hay 4.393 psiquiatras, lo que se traduce en una ratio de 9,2 por cada 100.00 habitantes, un indicador muy inferior al que tienen otros países como Reino Unido (19), Suecia (22), Francia (23), Alemania (28) o Portugal (14). Faltan más plazas en el sistema sanitario público y un mayor compromiso de las administraciones en la concienciación desde edades tempranas en los colegios e institutos. "Tenemos que salir a la calle a explicar que se puede prevenir el suicidio", concluye Fernando Collado.
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