Le ha llevado su tiempo al Ayuntamiento de Almería –se pretendía que las bicicletas de alquiler estuvieran para estas fechas ya circulando por las calles de la ciudad–, pero el Consistorio entra en la recta final del largo proceso de tramitación con la búsqueda de la empresa que quiera explotar el nuevo servicio de transporte saludable y no contaminante de la capital. Acaba de aprobar el inicio del expediente para la licitación de esta concesión administrativa para la que se ha evaluado

unos gastos totales de explotación de 410.956 euros.

Bicicletas en alquiler en Málaga

El servicio arrancará con una dotación inicial de 400 smartbike o, mejor en español, bicicletas inteligentes con la última tecnología. Especial énfasis ha puesto el equipo de gobierno en este sentido, después de estudiar la experiencia de otras capitales españolas donde los problemas informáticos, sobre todo relacionados con el pago del alquiler, el vandalismo y la sustracción de las bicis han llegado a tambalear estos servicios.

Las bicicletas de Almería dispondrá de ordenador de abordo, permitiendo la gestión del acceso al servicio de préstamo desde la propia bici, con la triple bonanza de posibilitar al usuario un acceso rápido, simplificar tecnológicamente las estaciones base y hacer flexible cualquier cambio de las mismas. El ordenador abre las posibilidades de pago: a través de una tarjeta de usuario a crear o también con dispositivos móviles (NFC o App), o introduciendo un código. Contarán, además, con sistema de geolocalización, mediante GPS o similar, de efecto disuasor de cara a los amigos de los ajeno y pudiendo dar con el lugar preciso en el caso de sustracción.

Las bicicletas quedarán dispuestas en 61 estaciones, seis de las cuales contarán con terminales informatizadas (Totem), con pantalla táctil y alimentadas por energía solar. El resto de estaciones dispondrán de señalización vertical con sistemas de verificación. En caso de que el usuario encuentre todos los anclajes de una estación ocupados, podrá dejar su bicicleta en un radio de entre 15 y 20 metros, gracias al sistema de control. El servicio contará además con dos equipos de redistribución de bicicletas conformados por vehículos especiales, 100% eléctricos. La bici que viene

En cuanto los precios, fueron aprobadas diferentes tarifas en el Pleno celebrado en febrero, quedando establecidas cuatro modalidades. La primera es la tarifa para el usuario ocasional. Facturará a un euro cada intervalo de 30 minutos, hasta un máximo de 10 euros, que correspondería a cinco horas continuadas de utilización de la bicicleta. A partir de ese momento, y hasta cumplir las 24 horas, se aplicará la tarifa plana, por lo que el uso de la bici será gratuito.

Los interesados en subirse a la movilidad sostenible tendrán la posibilidad de sacarse el bonobici con la mencionada tarifa plana. Su duración es anual y el precio establecido, de 40 euros. Permite alquilar la bicicleta sin coste alguno los primeros 30 minutos, y conviene dejarla estacionada por quince minutos antes de volver a coger otra de las disponibles en las 61 estaciones. Y es que los usuarios pueden volver a disfrutar de la tarifa plana durante intervalos posteriores de 30 minutos todas las veces que deseen, siempre y cuando registren y dejen aparcada la bicicleta en cualquiera de las estaciones por un periodo de descanso de 15 minutos. Si no se hace de esta manera, los intervalos siguientes a los primeros 30 minutos de utilización serán facturados a un euro, hasta un máximo de 9 euros (cuatro horas y media).

Hay, no obstante, una excepcionalidad, dirigida a la ruta universitaria. El sistema tarifario establece un intervalo de 45 minutos gratuitos para los desplazamientos que finalicen en las estaciones de la Universidad y La Cañada.