Le rociaron con ácido, lo que afectó al cuello, a un ojo y una de las patas delanteras. Le amputaron la lengua y las orejas y, por si todo esto fuera poco, su cuerpo estaba acribillado con al menos 30 perdigones. Tras varios días agónicos y pese a la atención veterinaria y la campaña solidaria para recaudar fondos, el gato, Kofuku, no lograba sobrevivir a este maltrato animal. Cinco meses después vuelve a ser noticia. El partido animalista PACMA exige responsabilidades.

El coordinador provincial de PACMA en Almería, Eduardo Milla, ha acudido a Transparencia de la Junta de Andalucía tras cinco meses de espera de respuesta por parte del Ayuntamiento de Huécija, al que solicitó reunión para rogar implicación en el caso de Kofuku, que falleció en julio de 2023.

El encuentro tenía por objeto también solicitar la implementación del método CER (captura, esterilización y retorno) en las colonias felinas municipales, para evitar la proliferación de más gatos que pudieran correr con la misma suerte que Kofuku, que pertenecía a una de estas colonias gestionada por voluntariado.

PACMA continúa esperando una respuesta por parte de Huécija, Consistorio con el que quiere establecer un diálogo para abordar la "matanza del animal y buscar colaboración en la identificación y enjuiciamiento de los responsables".

A pesar de los hechos ocurridos y la necesidad de abordar de manera efectiva la problemática del maltrato animal en el municipio, el Ayuntamiento de Huécija ha mantenido un "prolongado silencio administrativo" durante más de cinco meses, sin ofrecer respuesta alguna a la solicitud de reunión presentada por Milla, que ha decidido finalmente acudir a Transparencia para garantizar la “rendición de cuentas”.

PACMA insta al Ayuntamiento de Huécija a que tome las medidas necesarias para esclarecer este caso de maltrato animal y se comprometa a trabajar en conjunto con la organización para implementar soluciones efectivas que promuevan el control ético de las colonias del municipio almeriense.