Coronavirus Almería

Sonia Martínez: “Hemos vivido momentos muy difíciles, llantos y hasta desmayos por teléfono”

  • La enfermera referente del Distrito Almería recuerda las frenéticas jornadas en el pico de la tercera ola que se prolongaban hasta bien entrada la noche: “No podíamos acostarnos sin cerrar el aula”

“Han sido momentos difíciles, hasta desmayos por teléfono”

“Han sido momentos difíciles, hasta desmayos por teléfono” / Javier Alonso

La enfermera referente del distrito sanitario Almería, Sonia Martínez, mira atrás y reconoce que estuvo a punto de desmoronarse en más de una ocasión. Cuando más arreciaba la tercera ola, con más de 150 positivos en los colegios almerienses en una jornada, al día le faltaban horas y a su alrededor todo eran rostros de agotamiento por la excesiva presión. Confiesa que más de uno en su equipo de quince profesionales rompió a llorar cuando se disparaban los contagios en las aulas alargando su horario hasta bien entrada la noche. No podían dejar sin PCR a ningún alumno ni docente ni abrir un aula con casos bajo sospecha. Un sacrificio en lo profesional y también en lo personal por el que dejaron de atender sus responsabilidades como madres y padres para ser el escudo de las aulas.

Pero fue precisamente esa vocación y capacidad de trabajo y adaptación de la enfermería la que les empujó a seguir trabajando, una familia en la que se apoyaban unos a otros. “La vuelta de la Navidad fue muy dura, estábamos desbordados, pero nos dimos fuerza y estoy muy orgullosa de mis guerreras”, comenta. “No podíamos acostarnos sin parar el aula, ni esperar a la mañana siguiente. Quiero agradecer la comprensión a nuestras familias por entender nuestras largas ausencias velando por la seguridad de los centros educativos”.

Sonia Martínez, Miguel Zapata y Alicia Galera en la Bola Azul Sonia Martínez, Miguel Zapata y Alicia Galera en la Bola Azul

Sonia Martínez, Miguel Zapata y Alicia Galera en la Bola Azul / Javier Alonso

Porque no sólo detectan positivos y blindan las aulas, también prestan una asistencia psicológica y emocional a profesores, madres y padres que engrandece aún más su hazaña covídica. “Hemos vivido situaciones de todo tipo y momentos muy difíciles, hasta desmayos por teléfono. Personas que se ponían a llorar cuando le confirmabas el positivo porque tienen bebés o viven con personas mayores”. Han establecido un nexo con los centros educativos que es cada vez más estrecho. “Nos llaman para todo, cuando hay personal con síntomas, para informarse de las vacunas, para que contactemos con unos padres que están preocupados... esta figura de enfermera escolar ha sido imprescindible para el buen desarrollo del curso”.

En su cruzada por salvar de la COVID-19 a los colegios, los enfermeros referentes del Distrito Almería han contado con un aliado imprescindible porque no tenían tiempo material para abordar funciones más administrativas que asumieron antes del pico un fisioterapeuta y un administrativo y desde entonces una plantilla de ocho personas. Así nació hace unos meses el 'call center escolar' situado en la sexta planta de la Bola Azul con personal durante doce horas del día. "Son mis pies y mis manos, fundamentales para parar el brote lo antes posible". Un equipo de rastreadores que controlan todos los datos de los alumnos y gestionan cada caso en su historial clínico. Llaman a los padres con las recomendaciones, estudian los posibles contactos, canalizan la realización de las pruebas diagnósticas y los resultados finalizando el seguimiento con la notificación al centro.

Una de las trabajadoras del 'call center escolar' situado en la Bola Azul Una de las trabajadoras del 'call center escolar' situado en la Bola Azul

Una de las trabajadoras del 'call center escolar' situado en la Bola Azul / Javier Alonso

Sonia Martínez reconoce el miedo a volver a una fase tan dramática como la vivida en esta cuarta ola, por lo que insta a la sociedad a seguir tomando medidas de prevención siguiendo el gran ejemplo que han dado los centros educativos y sus integrantes. Eso sí, recuerda que algunos padres no adoptaron las medidas recomendadas y por teléfono han tenido constancia incluso de niños con sospecha de contagio que no sólo no se encerraban en sus habitaciones como marca el protocolo, sino es que además comían con toda la familia sin mascarilla.

Afortunadamente eran excepciones como las de aquellos progenitores que incumplían el aislamiento preceptivo. Ahora que la situación epidemiológica lo permite están impartiendo charlas en clases de colegios e institutos que tuvieron confinamiento. "Teníamos ganas de salir y pisar las aulas, me encantó la primera sesión que tuvimos en Abla". El Distrito Almería cuenta con 15 enfermeras referentes de los centros educativos, seis en unidades de gestión clínicas (Río Nacimiento, Carboneras, Níjar, Alto Andarax, Sorbas-Tabernas y Bajo Andarax) y luego 9 en la capital, de los que cuatro están en centros de salud y los restantes en la Bola Azul.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios