Proyecto solidario

De turista a profesor de natación en Tanzania con 'Nadando por el Mundo'

  • Un viaje de placer por tierras africanas llevó al almeriense Manuel a formar a un grupo de profesionales del deporte que enseñe a nadar a la población local

  • Ha realizado ya dos cursos en Mikuni y Arusha y en julio vuelve a Zanzíbar

Uno de los grupos de ciudadanos tanzanos que han aprendido a nadar gracias al proyecto ‘Nadando por el Mundo’.

Uno de los grupos de ciudadanos tanzanos que han aprendido a nadar gracias al proyecto ‘Nadando por el Mundo’.

Todo comenzó como una simple anécdota. Manuel, un aventurero al mejor estilo Indiana Jones, estaba de vacaciones con sus hijos en Tanzania. “África te atrapa”, dice el protagonista de esta historia. Vaya que si le atrapó, por la virginidad de sus paisajes y por el bien que este almeriense está haciéndole a la población local.

Había dejado ya la bici aparcada después de su clásica salida matutina. Manuel es un deportista de pro: maratoniano, triatleta, nadador, jugador de rugby... Todo lo que le echen. Era mañana para relajarse en la piscina de su hotel en Mikuni. A ello iba hasta que se percató que unos niños que había cerca no se atrevían a lanzarse al agua porque no sabían nadar. Indagó un poco en el tema y se dio cuenta la natación no es una de las virtudes de la población tanzana.

“En un país con tantos ríos, nadie les enseña a nadar. Es más, fomentan el miedo al agua por los hipópotamos, los cocodrilos...”, indica el almeriense que con su carácter emprededor y altruista, poco tardó en pensar de qué manera iba a echar una mano. Era 2019, el estallido de la pandemia le retrasó un poco su vuelta a Tanzania, lo que le cargó de tiempo para crear Nadando por el Mundo y formar un equipo de auténtico lujo. Instructores de natación, licenciados en INEF, preparadores físicos..., un grupo de amantes del deporte que por amor al arte y al prójimo, van a enseñar a lanzar a parte de la población tanzana.

El almeriense Manuel, junto a 'Mamá Sam', una institución en Tanzania. El almeriense Manuel, junto a 'Mamá Sam', una institución en Tanzania.

El almeriense Manuel, junto a 'Mamá Sam', una institución en Tanzania.

En noviembre de 2021, Manuel volvió a subirse a un avión, dirección África, y en este continente moverse en tartanas por carreteras de tierra insufribles para llegar a una zona de claro corte turístico, Arusha. Allí, con apoyo de la cadena Meliá, el almeriense realizó sus primeras jornadas de enseñanza de natación a parte del staff del hotel. “Es una experiencia nueva para ellos, muchos no habían cogido nunca un flotador, no se habían puesto nunca unas gafas de bucear”, dice el ‘profe’ que está deseando terminar la frase: “Creo que nunca me he sentido más gratificado en mi vida. Es una población muy humilde, la mayoría no tiene ni luz ni agua corriente en sus casas. Y Nadando por el Mundo ha puesto su granito de arena para ayudarlos”, explica orgulloso.

Mientras muestra las fotos que lleva en el móvil, una sonrisa de recuerdo se le dibuja en la cara. Manuel sigue atrapado por África, llegó como turista y ahora ejerce de profesor. El almeriense está preparando ya el macuto para su siguiente viaje. Hasta el momento, por las restricciones de la pandemia, ha ido solo. Pero en julio vuelve a la ciudad de Zanzíbar con cuatro personas más de su equipo para proseguir con el proyecto puesto en marcha.

“Iremos unos diez días para seguir enseñando en dos sesiones diarias. Además, también vamos a colaborar con ‘Mamá Sam’ [muy conocida en aquellas tierras], que está haciendo una piscina para que instruyamos allí a más gente”, finaliza Manuel, que también se ha ganado el derecho de hacer algún safari y desafiar sus propias fuerzas en un seis mil: el Kilimanjaro.

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