Almería

¿Qué vehículos podrán circular a partir de enero en Almería capital?

  • El Ayuntamiento marca la Zona de Bajas Emisiones de la ciudad, pero que no cunda el pánico.

Esta es la Zona de Bajas Emisiones aprobada en Junta de Gobierno, desde la calle Reina hacia el Poniente

Esta es la Zona de Bajas Emisiones aprobada en Junta de Gobierno, desde la calle Reina hacia el Poniente

El Ayuntamiento de Almería ha aprobado la delimitación de la Zona de Bajas Emisiones –las ZBE–, en las que, según las instrucciones de la Unión Europea, no se permitirá en 2023 el acceso a los vehículos contaminantes. Pero que no cunda el pánico, ya que, si bien el Consistorio da cumplimiento a las órdenes de la jovencísima Ley 7/2021 y a las obligaciones que acarrea contra el cambio climático para los municipios de más de 50.000 habitantes –al menos en cuanto a calendario–, el 1 de enero todo seguirá siendo igual. “¿Afecta la ZBE en algo al ciudadano de a pie? No. ¿Va a tener que cambiar de coche? No. ¿Va a tener que poner alguna etiqueta en su vehículo? No. ¿Va a sufrir algún tipo de restricción? No?” Son las preguntas directas y las respuestas, más que claras, formuladas por la portavoz del equipo de Gobierno, Ana Martínez Labella, en una rueda de prensa ofrecida junto a la responsable del área de Movilidad y Seguridad, María del Mar García Lorca, quien ha apostillado que “ahora mismo lo que nos exige el Gobierno es definir el espacio de la ZBE, por lo que no hay diferencia alguna con respecto a la actualidad con lo que pasará a partir de enero. No pasará absolutamente nada”, remachó-

En función de las declaraciones hechas, se trata pues de cumplir con el protocolo antes de que finalice 2022, por lo que la última semana será aprobada en Pleno el área delimitada, que se extiende desde la calle Reina hacia el poniente, quedando excluidas avenidas como el Paseo de Almería o la propia Vía Parque, donde, no obstante, serán instaladas cámaras de control de accesos.

Almería será laxa en el veto a los vehículos contaminantes por varias razones argumentadas por las responsables municipales. La principal es la calidad del aire en la capital, sin registros de contaminación –la delimitación de la ZBE la ha confeccionado la empresa especializada Doymo, que ha realizado mediciones al respecto–, y sin visos de sufrir este problema que combaten grandes ciudades como Madrid o Barcelona.

“No tenemos contaminación, no tenemos industria, no tenemos la concentración de vehículos de Madrid y sí unas peculiaridades geográficas y climáticas como la cercanía del mar y los vientos”. Tampoco el Ayuntamiento quiere la obligada ZBE “tenga impacto negativo a los ciudadanos y muchos menos a los vecinos de ese entorno”, sostiene García Lorca.

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