"Ya se sabe que la Academia tiene debilidad por las óperas primas: Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto, Tesis, El Bola o la más reciente Tarde para la ira tuvieron sus momentos de gloria en los Goya", decíamos hace unos años en otra previa de los premios del cine español. Sería posible que este sábado repitamos la misma frase: 20.000 especies de abejas, el debut en el largo de Estíbaliz Urresola, parte en las quinielas como favorita, gracias a sus 15 nominaciones y a su triunfo en las semanas precedentes en los Premios Forqué y los Feroz. Pero este año, en la gala que presentan Ana Belén y los Javis, Javier Calvo y Javier Ambrossi, veteranía y savia nueva, en el recinto ferial de Valladolid, se respira la sensación de que nada está escrito y de que (casi) todo puede pasar. Hay dos nombres que no plantean sorpresa: el director de fotografía y restaurador cinematográfico Juan Mariné, Goya de Honor, y la actriz Sigourney Weaver, que continúa con el Goya Internacional la lista (impecable) que iniciaron Cate Blanchett y Juliette Binoche.

Si en el apartado de mejor película la duda radica en si La sociedad de la nieve, con 13 nominaciones y la representante española para los Oscar, se acabará imponiendo a 20.000 especies de abejas, la categoría de mejor dirección también genera incertidumbre. La trigésimo octava edición de los Goya debería ser la oportunidad para que la Academia distinguiera a uno de sus creadores indiscutibles, Víctor Erice, que ha vuelto al primer plano después de tres décadas sin poder sacar adelante un largometraje con Cerrar los ojos. Pero el autor de joyas como El espíritu de la colmena y El sur no parece tenerlo tan fácil: J. A. Bayona, que ya cuenta con un cabezón a dirección novel por El orfanato y dos a mejor dirección por Lo imposible y Un monstruo viene a verme, se llevó hace unas semanas el Feroz, y tampoco hay que olvidar el empuje de otra candidata en el mismo apartado, Elena Martín Gimeno, premiada en Cannes y hace unos días en los Gaudí por Creatura. 

En las predicciones de los actores protagonistas sí parece haber consenso: David Verdaguer (Saben aquell, su reencarnación del humorista Eugenio) y Malena Alterio (Que nadie duerma) han arrasado en la temporada de premios. Menos nítido se ve el horizonte entre los actores de reparto: sería  hermoso ver a José Coronado (¡qué bien le sienta la edad a este hombre!) y a Ana Torrent, tantos años después de El espíritu de la colmena, reconocidos por Cerrar los ojos, pero el reparto de Creatura y las actrices de 20.000 especies de abejas pueden plantar batalla.

Entre la representación andaluza, más allá de Cerrar los ojos, una producción de la comunidad, destacan las posibilidades de Te estoy amando locamente, que salvo sorpresa apunta a victoria en actor revelación (La Dani, que ya protagonizó un emocionante discurso en los Feroz, donde venció como actor de reparto) y en la canción de Rigoberta Bandini. No sería descartable que, además, los académicos cayeran rendidos ante (o amaran locamente) el guión original de Alejandro Marín y Carmen Garrido.