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El poeta emigrado en Roma marca el inicio del ciclo de conferencias

  • La inauguración de las ponencias corrió a cargo del profesor de la Universidad de las Islas Baleares, Francisco Díaz de Castro · Acudieron aproximadamente cien personas

El poeta exiliado observa y se inspira de otras realidades que van conformando su realidad cotidiana. Mínimos detalles pueden recrear una situación surrealista, en ocasiones, y mostrar la realidad más puro, la del pueblo. Rafael Alberti, en su estancia en Roma, pudo describir la ciudad como un arte vivo. Con la intervención del profesor de la Universidad de las Islas Baleares, Francisco Díaz de Castro, se inauguró el ciclo de conferencias en honor al escritor gaditano, a la que se sumó el rector de la Universidad de Almería, Pedro Molina, el decano de la Facultad de Humanidades, Manuel López, y el catedrático de Literatura de la Universidad de Granada, Álvaro Salvador.

Díaz de Castro analizó el poemario Roma, peligro para caminantes, considerado el mejor libro de Alberti al volver a Europa después de su largo exilio en Argentina y en el que recrea la Roma más antioficial y antimonumental. La ponencia del profesor se tituló Los poemas italianos de Rafael Alberti.

Antes de que se procediera al análisis de las distintas partes del poemario, Pedro Molina señaló que estas sesiones "reivindican el papel de la poesía en el mundo actual; un papel que es de resistencia, sin duda, en este mundo tecnológico en el que todo cambia a ritmo vertiginoso".

Para el rector de la UAL, el reto planteado con estas conferencias es grande porque "nos enfrentamos a un desafío que supone adjetivar una leyenda, un poeta con unas dotes y un talento extraordinario, como pocos en la literatura española, y sin el cual el contexto literario de varias generaciones será totalmente diferente. Organizas este evento cuando se cumplen dos lustros de su fallecimiento, con las sabias reflexiones de quienes nos van a ilustrar con su conocimiento y magisterio, nos parecía la manera más apropiada desde la Universidad de honrar la memoria de este poeta y dramaturgo comprometido, pintor sensible y hombre de paz".

El decano de la Facultad de Humanidades dijo que una de las funciones de estas conferencias es "proyectar la esencia de la persona al mundo. Los saberes humanísticos son fundamentales para las personas. Los futuros estudiantes, universitarios y profesores presentes conocerán las letras y la humanidad en general".

El catedrático de la Universidad de Granada y organizador del ciclo recordó que "cuando comenzamos a organizar estas conferencias pensamos en profesores que sean poetas. La última generación poética tiene estas características, son poetas y docentes".

Salvador asegura que de la Generación del 27, Rafael Alberti se siente "muy cerca" de la sociedad y "se disfruta de una manera viva".

Díaz de Castro aseguró que para el momento en el que retrata Roma "la ciudad se perfila como un espacio vivo, en el que los siglos de arte se entreveran con los orines, con los perros y los gastos, con la más variada de las clases populares. Es un libro de libre, alegre y pagana madurez no alejada de la nostalgia y tristeza del exiliado político".

Francisco Díaz de Castro expuso la coincidencia con el resto de ponentes de las conferencias en la temática elegida: "Varios compañeros y yo hemos pensado, sin ponernos de acuerdo, en libros del exilio. Hay algo en el ambiente porque desde que empezó el siglo, se nota en el ambiente que se avecinan tiempos peligrosos".

El profesor especialista en la Generación del 27: "Es uno de sus libros capitales, con multiperfiles, capacidad de sorpresa y el relato de vivencias cotidianas".

Según señala Díaz de Castro, el poemario incluye "sonetos de perfecta arquitectura, rimas humorísticas, vivacidad lingüística, referencias autobiográficas, otras pasadas, como cuando señala dejar de oler la mar, y una tremenda variedad de registros por el tráfico infernal de la ciudad".

El experto señala que aunque habla en este poemario de "una ciudad llena de miseria viva, también se menciona su belleza. Hay múltiples momentos de recorridos urbanos".

Díaz de Castro analiza ciertos aspectos como los religiosos y los políticos: "En algunos versos muestra la perspectiva del comunista y se centra con buen humos en algunas figuras como las monjas y los frailes. También trató el mundo de la picaresca con personajes rufianes y gente del barrio".

Según dijo el profesor, "la poesía voluntarista y vital que lo define no la dejará de escribir hasta el final de sus días". Una primera conferencia para homenajear a Alberti".

Al final de este poemario, después de tratar varios ámbitos, cambia el tercio y se mira así mismo. "Mete el humor al final del libro, la autoburla recuerda a otros momentos de Alberti. El poeta piensa en hacernos felices, no sólo sirve para amargarnos la vida. En uno de los poemas se burla de su cojera como en el verso que dice: ya sabe de qué pie cojea".

En su obra se vislumbra "una perspectiva de poeta en la calle, un poema testimonial". Los presentes ovacionaron al docente.

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