Ya se sabía que en Miranda de Ebro no reparten caramelos y el Almería se vio ante el partido trabado y disputado que se esperaba en el municipal de Anduva, donde el conjunto local practica el clásico fútbol de toda la vida, balón a banda y a buscar el centro al corazón del área para que tiemblen los centrales. Quizá por eso haya que valorar el punto cosechado en su justa medida, más aún si viene con remontada.

El Almería de Gorosito se pareció bastante al de Carrillo en muchas fases del encuentro con juego anodino, si bien el argentino empieza a poner poco a poco su sello exigiendo dominar la posesión y ordenando una intensidad en la presión no vista a lo largo del presente curso en las huestes unionistas.

Con un Mirandés cómodo sin el balón en los pies, cediéndole la responsabilidad por completo a los visitantes, volvió a echarse en falta la imperiosa necesidad de un organizador del juego que canalice con criterio las acciones ofensivas de los rojiblancos, que con dos mediocentros defensivos siguen sufriendo para generar.

Los de Terrazas siguieron a lo suyo sin despesperar y sin grandes alardes empezaron a merodear la portería de Julián con un centro-chut de Kijera que casi se envenena, marchándose por encima del larguero, y un remate del mismo jugador a bote pronto.

La primera ocasión de enjundia del Almería no llegó hasta el ecuador del primer acto, cuando Zongo se durmió para culminar una buena asistencia de Soriano. A esa le siguieron un centro de Iván al que Quique no llegó por poco y un disparo alto del jiennense, sin duda el más peligroso.

Las hostilidades se desataron nada más arrancar la segunda mitad, cuando Soriano, en su intenta de despeje, peinaba ligeramente en el primer palo un córner olímpico botado por Kijera que despistó lo justo a Julián para no poder sacarla. El equipo no acusó en exceso el palo y en apenas siete minutos había restablecido la igualada gracias a una falta lateral de Lolo Reyes que Morcillo cabeceó a la red ganando en el salto a su marcador.

El tanto del empate le dio alas a los almerienses, que empujaron en busca de la victoria, pero desguarnecer la zaga casi les cuesta caro, ya que el Mirandés dispuso de dos buenas ocasiones para haberse adelantado de nuevo. Julián se tuvo que emplear a fondo para atajar abajo un duro disparo de Carlos Moreno primero, mientras que un posterior remate a puerta casi vacía de Sangalli salió excesivamente desviado.

Gorosito introdujo cambios de refresco en la parcela atacante, dando entrada a Chuli y Puertas por Iván y Zongo, pero las prestaciones no variaron en exceso, mientras el Mirandés no se conformaba con el empate y a punto estuvo de llevarse la victoria en el descuento en un cabezazo de Lago Junior, libre de marca, a centro de Galán. Urge la lista de bajas, el borrón y la cuenta nueva.