El tradicional sonido que se escucha cuando se entra a una iglesia se expandió por toda la Parroquia de Santiago gracias al Concierto de Órgano del músico Miguel Bernal Ripoll, director de uno de los talleres del Festival de Música Renacentista y Barroca de Vélez-Blanco.

Total solemnidad donde la música había que sentirla más que ver un grupo o un espectáculo en sí. A lo alto, en la parte del Coro de la Iglesia, se encontraba el músico ofreciendo todo su talento sobre el órgano. Algunos se sentaban en los bancos y miraban hacia arriba, otros se colocaban en los laterales para hacer lo mismo, pero muchos otros miraban al frente hacia la Virgen y se dedicaban a escuchar, a disfrutar del momento.

Bernal Ripoll demostró una gran habilidad a la hora de ejecutar los temas más complejos. Se podía ver a algunas personas del público como cerraban los ojos para sentir y concentrarse aún más en los temas que se estaban interpretando.

Fue un concierto muy especial por el uso de este instrumento. El músico sacó distintos sonidos al órgano que no eran tan previsibles al principio del concierto. El programa fue principalmente religioso.

Las piezas que se ofrecieron fueron las siguientes: Romance para quién crié yo cabellos, diferencias sobre el canto del caballero, diferencias sobre la Pavana italiana y Diferencias sobre la Gallarda milanesa de Antonio de Cabezón; Pasacalles de primer trono de Juan Cabanilles; Sonata brillante de Manuel Narro; y Kyrie Dios Padre en la Eternidad, Cristo consuelo del mundo, Un solo Dios en las alturas, Cristo Nuestro Señor vino al Roldán y Padre Nuestro que estás en los cielos, entre otros, de Johann Sebastian Bach.

El público fue totalmentente respetuoso. El órgano con el que tocó el músico ha sido reparado para esta edición de una forma mínima, pero la reparación total del instrumento, historia del patrimonio cultural de la zona, es más difícil por su coste elevado.