UD ALMERÍA

Rubi ajusta para revivirlos

  • El técnico vilasarense sentó a pesos pesados como Samu o Ramazani, obteniendo el sobresaliente la media decena de cambios que introdujo

  • La presencia de De la Hoz, clave en ataque y defensa

Rubi da indicaciones en la pausa de hidratación del primer acto

Rubi da indicaciones en la pausa de hidratación del primer acto / Javier Alonso (Almería)

Samu Costa y Largie Ramazani formaban la guardia pretoriana junto a Fernando, Babic, Ely, Akieme y Robertone. Los siete eran la base del cuadro de Rubi, habiendo disputado las siete jornadas iniciales como titulares. A cada uno de ellos se le cuestionó en mayor o menor medida por la racha que provocó la primera crisis del Almería. Cuando una hora antes se conocía la alineación rojiblanca no eran pocos los que no entendían las suplencias del luso y, sobre todo, del belga, al fin y al cabo, dos pilares en el ascenso.

Sin embargo, Rubi, que explicaba en la previa tener multitud de datos de todo tipo para tocar cada decisión buscó agitar el once, incluso la base del mismo. Y le salió bien el día que no podía fallar. Ni mucho menos fue por la ausencia de Samu y Ramazani, aportando incluso ambos en la segunda mitad. Sin embargo, la presencia de De la Hoz y Melero resultaron capitales en el devenir del encuentro. Tras salir ambos de la enfermería (el entrenador catalán aseguró que el ex del Levante aún no está en su plenitud de forma), hicieron que por fin la medular funcionase varias jornadas después.

La primera crisis se solventó con una personalidad impropia de un plantel neófito

El cántabro aportó el equilibrio que nunca falla, haciendo de pegamento entre la defensa y el ataque y permitiendo que el Almería no se partiese, sacando matrícula de honor en cuanto a vigilancias ofensivas se refiere. Melero, por su parte, sacó a pasear el guante que tiene en su bota para darle una marcha más a los rojiblancos. Además, participó en la tercera diana de su equipo, al cabecear el balón que remachó Touré. En ese estado de alegría brilló Robertone.

El técnico nacido en Barcelona y criado en Vilasar de Mar modificó también su dibujo. El sistema de tres centrales funcionó en el arranque liguero, pero fue convirtiéndose en una manta tras la marcha de Sadiq. En el ataque no terminaban de aportar demasiado los carrileros y el equipo se partía con cierta facilidad, sin mostrar tampoco una mayor seguridad en defensa a pesar de ganar un efectivo en el eje de la zaga. El 1-4-1-4-1 utilizado ante el Rayo y que tan buenos resultados ofreció la pasada temporada terminó también por ser decisivo al ganar los rojiblancos en equilibrio.

332 partidos en Primera División sumaban entre Melero, Baptistao y Embarba

Con Ramazani y Vinicius en el banquillo, Rubi apostó por darle la oportunidad a Embarba y Baptistao. 326 partidos de experiencia en la categoría sumaban entre ambos (182 del brasileño, por los 144 del alcarreño), sin contar los encuentros europeos del ex del Santos. La experiencia tan demandada por el propio Rubi desde el inicio de temporada por fin estaba en el ataque indálico, sin contar los 106 duelos en la máxima categoría por parte de Melero.

La apuesta por Baptistao no le pudo salir mejor a Rubi La apuesta por Baptistao no le pudo salir mejor a Rubi

La apuesta por Baptistao no le pudo salir mejor a Rubi / Javier Alonso (Almería)

Embarba y Baptistao terminaron por resultar claves, imprimiendo otro ritmo al conjunto almeriense, además de una mayor amplitud, profundidad y desborde. El carioca buscó asociarse con sus compañeros, pero también portería también que podía, destacando las oportunidades del minuto 6 (tras un robo de Embarba) y del 53. El castellano-manchego, con el lunar de su expulsión, robó el balón del 1-0 y puso los saques de esquina del 2-0 y 3-0.

Babic volvió a ponerse el traje de mariscal para comandar la zaga

La otra cara nueva respecto al once que claudicó en el nuevo San Mamés fue la de Touré. El maliense ya tuvo media hora ante Osasuna y 72 minutos en Mallorca. Sin embargo, y exceptuando las primeras jugadas en su debut con la rojiblanca, la versión que ofreció ante el Rayo fue totalmente diferente; presionando, pero también corriendo al espacio y yendo al choque con esa corpulencia que tanto puede aportar. La guinda fue el tanto que anotó, su primero como jugador del Almería.

En ese ecosistema creado por Rubi para un encuentro que se acercó al carácter de final brillaron el resto de piezas, en especial, un Babic que estuvo imperial y que en nada se parecía al de jornadas anteriores. Incluso Mendes, que parecía estar predestinado al banquillo, hizo un muro en esa zona del campo. Con facetas que trabajar, como la defensa de las acciones a balón parado, el once de ayer puede ir asemejándose al tipo. Lo mejor, incluso por delante del resultado y de esos ajustes de Rubi, fue que la primera crisis se solventó con una personalidad impropia de un plantel neófito.

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