Si la lógica se impone, Holanda ganará hoy a Costa Rica en Salvador y jugará las semifinales del Mundial de Brasil. Pero el conjunto centroamericano ya desafío el orden establecido al superar la primera fase y derrotar a Grecia en octavos de final, por lo que se atreve a mirar a los ojos a cualquier rival.

El equipo en el que brilla el guardameta Keylor Navas no teme la maquina goleadora holandesa que lideran Robin van Persie y Arjen Robben en el césped y su seleccionador, Louis van Gaal desde el banquillo.

El joven combinado oranje es el máximo goleador de la Copa del Mundo con 12 tantos en cuatro partidos. No obstante, Keylor Navas sólo encajó dos y es quizás el mejor portero del campeonato, además de una cotizada pieza en el mercado europeo cuando acabe la andadura brasileña. Y los ticos no tienen intención de que eso suceda pronto.

"Si ganamos a Uruguay, Italia, Inglaterra y Grecia, ¿por qué no podemos hacerlo de nuevo contra Holanda? Por nuestra cabeza no pasa que vamos a perder", declaró el centrocampista Christian Bolaños antes del primer partido de la historia del país en los cuartos de final de un Mundial.

Costa Rica impresionó con sus resultados y su fútbol en la primera fase, en la que compartió el grupo de la muerte con tres pesos pesados campeones del mundo, y con su confianza y aplomo en el cruce de octavos ante Grecia, resuelto en una tanda de penaltis en la que no hubo errores.

"¿Nuestro techo? Seguimos y vamos a seguir peleando y luchando, somos hombres ambiciosos", afirmó el seleccionador Jorge Luis Pinto, quien seguro protagonizará un interesante duelo táctico con Van Gaal.

Pese a las ambiciones, la falta de presión juega a favor de los ticos ante una Holanda a la que no se le perdonaría caer contra los centroamericanos, que de momento no evidencian nervios.

"Lo vemos como algo muy normal, no queremos irnos a nuestras casas, sino jugar el siguiente partido, ganarlo y ver qué es lo que viene. Lo hacemos como si toda la vida hubiese sido así", analizó Bolaños, que junto a Bryan Ruiz y Joel Campbell forma un peligroso tridente.

No tiene nada que envidiarle Van Gaal con Van Persie, Wesley Sneijder y el estelar Robben, figura del equipo y ansioso por ganar un Mundial que se le escapó en la final de hace cuatro años contra España en Sudáfrica.

La actual Holanda, repleta de jugadores jóvenes y con varias bajas por lesión, no se parece a la de 2010. Van Gaal, fiel a su estilo, apostó por la seguridad de los astros consagrados junto a una corriente de sangre joven. Sólo hay siete jugadores de los que perdieron la final contra el equipo dirigido por Vicente del Bosque.

"Cuando llegamos aquí, la prensa holandesa decía que ni siquiera íbamos a pasar la primera fase, no sé cómo nos vamos a convertir en candidatos ahora", expresó con sarcasmo el entrenador del conjunto naranja, más relajado que nunca tras convencer a los escépticos con el sistema de tres defensas y dos carrileros que quizás termine hasta por seducir a su archienemigo Johan Cruyff.

"Tal vez no dominamos tanto como estamos acostumbrados a hacer, pero el juego sigue siendo muy bueno. Disputamos cuatro partidos y marcamos 12 goles, es algo bastante positivo", defendió Robben en alusión a un sistema que fue tildado de defensivo.

La juventud del equipo -cuatro de los cinco defensores habituales no superan los 25 años- ha permitido que los esquemas de Van Gaal sean maleables. Ante México, en octavos, cambió su sistema táctico tres veces a lo largo de los 90 minutos y su juego describió una progresión constante hasta lograr la remontada.

Necesitará esa flexibilidad para encontrar una respuesta en el centro del campo ante la ausencia del lesionado Nigel De Jong, baja segura para lo que resta de Mundial. También Pinto deberá solucionar la ausencia en defensa de Óscar Duarte, expulsado ante Grecia.

Pequeños detalles para dos equipos que buscan sus límites: Costa Rica desea seguir explorando territorio desconocido; Holanda, lograr ese título que ya se le escapó tres veces y con el que se ha vuelto a ilusionar.

Get Adobe Flash player