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¿Por qué ha chupado tanto banquillo?

  • Gracia se decidió por fin a sustituir a Pellerano en el eje de la zaga dando entrada a Trujillo, que cumplió su papel con solvencia Expeditivo en el cruce y bien en los balones aéreos

Cuando parecía que Javi Gracia se mantendría imperturbable en su decisión de mover pieza en la zaga, saltó la liebre en la Nueva Condomina al ver a Trujillo calentar entre los once titulares. El central madrileño volvía así al equipo después de salir de forma inopinada cuando Pellerano cumplió la sanción impuesta por FIFA debido al error burocrático en la tramitación de su transfer.

La presión de los aficionados empezaba a ser insoportable para mantener una jornada más al argentino en el equipo tras encadenar fallos que costaron puntos ante Las Palmas, Mirandés y más recientemente frente al Numancia y el técnico pamplonica decidió que Murcia era el escenario idóneo para devolverle la confianza a Trujillo, con la justificación de la sobrecarga muscular que incluso impidió al bonaerense estar en el banquillo.

No era fácil suplir a Pelle dadas las actuales circunstancias del equipo, que venía de encajar goles en la siete jornadas precedentes. Tampoco sabiendo su fragilidad a la hora de defender los balones a balón parado, pero el canterano rojiblanco salió airoso prácticamente de todos los lances que protagonizó en el encuentro.

Perfilado en la zona izquierda del eje de la defensa, Marcelo Silva fue el encargado de tapar más de cerca a Kike García, mientras que Trujillo estuvo pendiente de las incursiones de Matilla y las internadas por banda de Albiol.

Rebasado el cuarto de hora de juego vivió su primera situación de apuro cuando Matilla supo burlar su vigilancia para sacar un disparo que por fortuna salía alto por encima de la meta de Esteban. Apenas un par de minutos después despejaba un balón peligroso dentro del área pero el rechace le caía a Matilla, cuyo disparo desde la frontal era repelido por el poste.

A la media hora de juego sacaba nota en el juego aéreo al despejar con acierto un centro envenenado desde la derecha que buscaba la cabeza de Kike García, si bien poco pudo hacer en el tanto del ariete pimentonero.

Kike recibió un pase en profundidad de Matilla y en su cabalgada se fue en velocidad de su par, Marcelo Silva, para terminar batiendo a Esteban con una preciosa vaselina. En la segunda mitad el trabajo de la zaga aminoró debido a que el Almería apretó en busca del tanto del empate.

Pese a todo, en los minutos finales tuvo otra intervención acertada al cortar de forma expeditiva una internada de Jonathan Gómez, que había salido de refresco, y se quedaba solo para encarar a Esteban en busca de la sentencia. Buen partido del defensor madrileño sacando con nota una papeleta difícil y ganándose el derecho de repetir en el once frente al Racing.

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