NO hay manera de que el Almería comience la temporada en casa con una victoria. El año del ascenso, perdió con el Tenerife (0-1); en los cuatro de Primera, cayó con el Valencia (1-2) y empató con el propio equipo ché 1-1), Valladolid (0-0) y Real Sociedad (2-2). Cinco campañas después, el Almería arranca nuevamente con una decepción casera. Y parece difícil, por no decir imposible, encontrarle explicación. Los almerienses realizaron una primera parte más que aceptable, con buen juego y tensión, pero tras el descanso regresó la caraja y el pasotismo que caracterizó el último año de Primera. Es duro pero hay que volver la mirada seis años atrás para recordar una victoria en el Mediterráneo en la jornada inaugural: fue con Paco Flores en el banquillo y con un 3-0 ante el Xerez Deportivo.