Los bomberos sofocaban el martes un incendio registrado en un asentamiento de chabolas en Níjar, en el que no se produjeron heridos entre las más de 200 personas residentes y que afectó a la totalidad del poblado (más de 50 chabolas), a tres vehículos y a 1,5 hectáreas de terreno. Pero esto no es la primera vez que ocurre. Hoy, a preguntas de los medios de comunicación por la relación laboral de los inmigrantes que residen en estos poblados con el sector agrícola, la Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas de Almería (Coexphal) ha sido tajante a la hora de reclamar la acción del Gobierno central para solucionar este problema que, además de ser un problema social, afecta a la imagen del agro.

El incendio en el asentamiento ‘La Paula’ , de Níjar, deja 200 migrantes damnificados y 50 infraviviendas arrasadas

“Hemos llevado a la Administración este asunto muchas veces porque nos tiene preocupados a todos. La imagen que deja el chabolismo no beneficia para nada al sector”, dice Juan Antonio González, presidente de Coexphal. Por su parte, Luis Miguel Fernández, gerente de la asociación incide en que hay que desvincular ese problema de la agricultura, “nosotros reclamamos a la Administración, que tiene esas competencias, que actúe y hasta ahora no lo ha hecho”.

En esta línea, Fernández expone que desde el colectivo, sin ser competentes, median para encontrar una solución, “mediamos con la Subdelegación del Gobierno para la creación de un comité en el que estuvieran los cinco municipios afectados con sus ayuntamientos. Nos reunimos en octubre de 2019 y en septiembre de este año nos volvimos a reunir con Subdelegación”. Desde ésta, según Fernández, se precisó la idoneidad de que también participase en el comité la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía, así Coexphal invitó a sumarse a la la delegada Maribel Sánchez, pero hasta ahora no ha habido novedades por parte de la representación del Gobierno central en Almería. Coexphal insiste al Ejecutivo que coordine un paquete de soluciones y alaba la labor que están haciendo desde municipios como El Ejido o Vícar que, bajo signos políticos distintos, están trabajando para prevenir y evitar que crezcan esos asentamientos, como detalla Juan Colomina, delegado de Coexphal, quien señala que este problema se sufre desde hace años y que es intolerable que estas circunstancias se den en el siglo XXI.