Situación económica y previsiones en Almería

El coronavirus disminuirá en un 7,8% el PIB de Almería este año en el mejor de los casos

  • En un escenario menos favorable, que atendería a un proceso de “desescalada” más largo, el descenso estimado sería del -10,4% en este 2020, tal y como arroja el informe ‘Situación económica y perspectivas de las provincias de Andalucía’ de Unicaja

  • La robustez del sector agrario, con un elevado peso (en torno al 16% del PIB), hace de su caída menos acusada que en otras provincias andaluzas

  • Los indicadores muestran que las estrategias para activar el turismo no surten efecto y hay cierto estancamiento desde el año pasado

  • El valor de la vivienda libre registra la subida más alta de toda la región en el cuarto trimestre de 2.019

El aumento del PIB en Almería en 2.019 se ha cimentado en una evolución favorable del empleo y en el buen tono de las exportaciones y del sector inmobiliario.

El aumento del PIB en Almería en 2.019 se ha cimentado en una evolución favorable del empleo y en el buen tono de las exportaciones y del sector inmobiliario.

Unicaja Banco ha publicado su informe ‘Situación económica y perspectivas de las provincias de Andalucía’, correspondiente al segundo trimestre de 2020, que ha sido elaborado por Analistas Económicos de Andalucía, la sociedad de estudios del Grupo Unicaja Banco. Este informe, que incluye datos provincializados, se suma y complementa el publicado la semana pasada sobre ‘Previsiones Económicas de Andalucía’ (nº 100), editado con un enfoque agregado de la Comunidad Autónoma.Esta nueva publicación se centra en el análisis de la evolución y las perspectivas económicas de cada una de las provincias andaluzas.

A principios de año, la economía mundial mostraba una tendencia hacia la moderación en su crecimiento. Sin embargo, esta evolución se ha visto interrumpida de forma drástica como consecuencia de la irrupción del COVID-19. La necesaria contención de los contagios ha llevado a los Gobiernos a adoptar medidas extraordinarias y sin precedentes en la historia reciente, como la limitación de movimientos y confinamiento de la población en sus hogares y la paralización parcial, en algunos casos total, de la actividad productiva.En el caso de Andalucía, la irrupción del COVID-19 también ha interrumpido bruscamente sobre el perfil expansivo que venía mostrando la economía. En concreto, la estimación del PIB de la evolución del PIB para el primer trimestre refleja un descenso del 5,4%, registrándose una variación en términos interanuales del 4,3%.

En 2019 el PIB creció de forma generalizada en las provincias andaluzas, con tasas que oscilan entre el 0,1% de Jaén y el 2,9% de Sevilla. En general, el crecimiento ha sido algo más moderado que el registrado en 2018, salvo en las provincias de Cádiz y Sevilla. En cinco (Almería, Cádiz, Granada, Málaga y Sevilla) de las ocho provincias andaluzas el aumento de la producción ha superado el 2%.

En cuanto a las perspectivas para 2020, las primeras estimaciones realizadas para las provincias andaluzas apuntan a un fuerte descenso de la producción. En el escenario más favorable, las caídas del PIB podrían oscilar entre el 7,8%, en la provincia de Almería, y el 9,3%, en la de Málaga, en tanto que, en el escenario más desfavorable, los descensos superarían el 10% en todas las provincias. La relevancia que la actividad turística tiene en la estructura productiva incide, en gran medida, en estas perspectivas de evolución de la producción, ya que esta rama es una de las más afectadas por la crisis generada por el COVID-19.

El Producto Interior Bruto en la provincia de Almería alcanzó en 2019 los 16.155 millones de euros, el 9,4% de la producción regional, mostrando un crecimiento anual del 2,2%, en términos reales, según la información de la Contabilidad Provincial Anual que elabora el IECA.

Este aumento refleja un menor dinamismo de la economía provincial con relación al ejercicio anterior (2,7%), motivado por el descenso de la actividad turística, así como por el peor comportamiento de la demanda interna. No obstante, el aumento del PIB en Almería se ha cimentado en una evolución favorable del empleo y en el buen tono de las exportaciones y del sector inmobiliario.

Para 2020, en un contexto condicionado por la pandemia del COVID-19 y la declaración del estado de alarma, las previsiones de Analistas Económicos de Andalucía para el conjunto del año apuntan a que el PIB provincial podría disminuir un 7,8% en el escenario más favorable, y en el menos favorable, que atendería a un proceso de “desescalada” más largo, el descenso estimado sería del 10,4%.

Estas caídas serían algo menos acusadas que en el agregado andaluz (-8,4% y -11,5% en los dos escenarios referidos, respectivamente), algo que podría estar relacionado con la estructura productiva de la provincia, donde el sector agrario tiene un elevado peso (en torno al 16% del PIB), y en principio este sufriría un menor impacto que otros sectores.

En lo que concierne al mercado de trabajo, la Encuesta de Población Activa del primer trimestre de 2020 sitúa el número de ocupados en 284.500 personas, lo que supone un descenso del 0,5% en términos interanuales (-1.500 ocupados).

Conviene reseñar que estos datos no recogen en su totalidad los efectos del estado de alarma sobre las cifras de empleo, dado que estos son apreciables en las entrevistas realizadas a partir de la semana 11 y la información se expresa como media de las 13 semanas del trimestre. No obstante, se produce un descenso de la ocupación en la provincia del 0,8% con relación al cuarto trimestre de 2019, lo que representa una caída de 2.400 ocupados.

Hay que tener en cuenta que esta metodología sigue considerando como ocupados a los afectados por expedientes de regulación temporal de empleo (ERTES) mientras la suspensión de empleo sea inferior a tres meses e incluso cuando esta sea superior o igual a ese periodo y el trabajador continúe percibiendo al menos el 50% del salario.

En lo que respecta a la afiliación a la Seguridad Social, en el primer trimestre del año se ha producido un incremento del 2,2% con respecto al mismo periodo de 2019 (0,8% en Andalucía). Pese a ello, los efectos del estado de alarma se reflejan en las caídas intermensuales de la afiliación en marzo (-1,1%) y en abril (-4,0%), así como en la estadística de trabajadores en ERTES por fuerza mayor, que a 30 de abril, ascienden a 30.568 personas en la provincia almeriense, el 6,9% del total regional.

Desde la perspectiva sectorial, según la EPA, la industria ha experimentado el mayor aumento interanual de la ocupación en el primer trimestre de 2020 (38,1%), mostrando la tasa de crecimiento más elevada de este sector en el ámbito regional (8,1% en Andalucía), incrementándose también en los servicios (1,8%), si bien estos avances no han podido compensar los descensos del empleo en la agricultura (-12,2%) y la construcción (-11,9%).

Por otra parte, atendiendo a la duración de la jornada, entre enero y marzo se ha producido un aumento de los ocupados a tiempo completo (1,1% en términos interanuales), que representan el 88,9% del empleo total, frente al descenso de los ocupados a tiempo parcial (-11,8%).

La cifra de asalariados con contrato temporal ha disminuido un 4,4% con relación al primer trimestre de 2019 (-4,0% en Andalucía), con lo que la tasa de temporalidad de la provincia se ha reducido en 1,6 puntos porcentuales (p.p.) hasta situarse en el 43,7%. El número de parados ha registrado un incremento interanual del 27,8%. De este modo, la tasa de paro ha aumentado en 3,7 p.p., en términos interanuales, hasta situarse en el 19,7% en el primer trimestre de 2020, inferior al 21,2% que se registra en el conjunto regional.

En lo que respecta a la actividad turística, según la Encuesta de Ocupación Hotelera que elabora el INE, los principales indicadores del sector han mostrado signos de estancamiento. Así, la cifra de viajeros alojados en establecimientos hoteleros de la provincia se ha mantenido prácticamente estable en 2019 (0,1%), ya que el aumento anual de la demanda nacional (1,2%) se ha compensado con una reducción de los viajeros residentes en el extranjero (-3,4%). Por su parte, las pernoctaciones han registrado un descenso del 3,2%, recogiendo caídas tanto en el segmento de españoles (-1,3%) como, especialmente, en el de extranjeros (-7,4%). En la misma línea, la oferta hotelera ha evidenciado una contracción en el conjunto del año, disminuyendo el número de establecimientos (-4,6%) y las plazas hoteleras (-0,7%). Por otra parte, la demanda no hotelera ha ofrecido una evolución más favorable en 2019, ya que los viajeros alojados en apartamentos turísticos se han incrementado un 13,7% con respecto al año anterior, mientras que las pernoctaciones lo hicieron un 8,9%, frente a los descensos que se habían registrado en 2018 (-5,8% y -3,0%, respectivamente).

Respecto a la información más reciente, la declaración del estado de alarma ha ocasionado el cierre de la actividad hotelera, por lo que el INE no ha facilitado los datos del mes de marzo para el ámbito provincial, al no alcanzarse el estándar mínimo de calidad para su difusión. No obstante, los datos disponibles para el periodo enero-febrero permitían apreciar una mejor trayectoria de la demanda hotelera con relación a 2019, con un incremento interanual del número de viajeros alojados en establecimientos hoteleros (13,1%) y también de las pernoctaciones (6,3%). En cuanto al sector de la construcción, el número de viviendas nuevas visadas ha ascendido a 1.971 en 2019, un 10,1% más que el año anterior (8,9% en Andalucía).

Esta cifra representa el 9,3% de las viviendas visadas en la región. En el periodo enero- febrero de 2020 las viviendas visadas se han incrementado a un ritmo interanual del 39,9%. Respecto a la inversión pública, la licitación oficial ascendió a 895,1 millones de euros en 2019, el 37,9% del importe licitado en Andalucía, lo que representa un aumento anual del 21,2%. Este avance se ha concentrado exclusivamente en el segmento de edificación, que ha pasado de 74,2 millones de euros en 2018 a 458,0 en 2019, dado que la inversión destinada a obra civil ha disminuido un 34,2%. Los datos relativos a los dos primeros meses de 2020 recogen un descenso interanual del importe licitado en la provincia (-78,3%).

En lo que concierne al sector inmobiliario, el número de compraventas de viviendas ha ascendido en 2019 en la provincia a 10.983 operaciones, lo que supone un incremento del 4,0% respecto al año anterior y el 10,9% de las operaciones contabilizadas en Andalucía. Atendiendo a su antigüedad, el crecimiento ha sido más intenso en las operaciones de vivienda nueva (16,0%) que en las de vivienda usada (0,5%), si bien estas últimas representan el 75,2% del total de compraventas. La información más reciente, relativa a los meses de enero y febrero de 2020, mostraba un mayor crecimiento de las compraventas, con un avance interanual del 24,9%.

El buen tono de la demanda inmobiliaria se ha traducido en un aumento del número de hipotecas sobre viviendas, cuya cifra ha alcanzado las 6.132, un 14,3% más que en 2018, mientras que el importe de las mismas ha aumentado un 24,8% hasta alcanzar los 541,9 millones de euros, por lo que en ambos casos se registra un mayor ritmo de crecimiento que en el conjunto de la región (2,9% y 7,3%, respectivamente).

Así, el importe medio de las hipotecas se ha situado en 88.378 euros, tras aumentar un 9,2% en 2019, uno de los mayores incrementos interanuales de la región en este periodo (4,2%). En este contexto, el valor tasado de la vivienda libre en la provincia ha alcanzado en el cuarto trimestre de 2019 los 1.129,5 €/m2 , tras registrarse un avance interanual del 3,4%, el más elevado de la región en este periodo (1,3% en Andalucía hasta los 1.315,5 euros/m2 ). Por otra parte, los indicadores de demanda interna revelan un cierto empeoramiento de la misma durante 2019. Así, en el conjunto del año se registraron 10.693 matriculaciones de turismos, mostrando una caída interanual del 11,0% (-8,4% en Andalucía), con lo que acumula dos descensos anuales consecutivos. En la misma línea, las 2.461 matriculaciones de vehículos de carga de la provincia, que representan el 10,3% del total regional, recogen un descenso del 1,2% respecto a 2018 (-2,4% en Andalucía).

Los últimos datos disponibles, de enero de 2020, también reflejan un retroceso de ambos indicadores, en términos interanuales. En cambio, la demanda exterior ofreció una evolución más favorable en el conjunto del año 2019, ya que el valor de las exportaciones alcanzó los 4.202,9 millones de euros, el 13,2% del total de Andalucía, tras incrementarse un 9,4% con relación a 2018. Este avance se ha debido, principalmente, al aumento de las ventas al exterior de semimanufacturas (25,0%) y de alimentos (6,2%), principalmente frutas, verduras y legumbres. Asimismo, en términos de cantidades el incremento de las exportaciones ha sido del 7,0%, frente al comportamiento estable que se ha observado en Andalucía.

Por otro lado, el valor de las importaciones se ha reducido un 8,7%, lo que ha contribuido a elevar el saldo de la balanza comercial almeriense un 45,9%, hasta los 1.858,5 millones de euros. La evolución de las exportaciones hasta febrero de 2020 mantenía esta trayectoria, con un aumento interanual de las mismas del 9,9% en términos monetarios, mientras que las importaciones han crecido un 1,2%. Desde la óptica empresarial, en 2019 se han constituido en la provincia de Almería 1.330 sociedades, un 1,0% menos que en 2018.

El capital suscrito por estas nuevas sociedades ha disminuido de forma particularmente acusada, ya que con 32,8 millones de euros ha registrado una caída interanual del 78,0%, la más intensa del ámbito regional (-21,5%).

La misma tónica desfavorable puede observarse en las sociedades disueltas, cuya cifra ha alcanzado las 259 entidades en la provincia, mostrando un notable aumento del 31,5% respecto a 2018. De este modo, el índice de rotación, resultado del cociente entre las sociedades disueltas y creadas, ha aumentado en 4,8 p.p. hasta situarse en el 19,5%, si bien se encuentra por debajo del agregado de la región (21,3%). En los meses de enero y febrero se ha mantenido una tendencia similar, con un descenso interanual más acentuado de la constitución de sociedades y un aumento de las disueltas.

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