Enfrentado con su excasera

Julián Contreras, en serios apuros para encontrar una vivienda de alquiler

Julián Contreras se ha sentado en el plató de '¡De Viernes!' para defenderse de las acusaciones de su excasera.

Julián Contreras se ha sentado en el plató de '¡De Viernes!' para defenderse de las acusaciones de su excasera. / MEDIASET

Los problemas económicos han propiciado el regreso de Julián Contreras al foco mediático tras permanecer un tiempo alejado de la primera línea. El hijo de Carmina Ordóñez cuenta con dos frentes abiertos: uno con su hermano Fran Rivera con el que ha protagonizado un caliente cruce de declaraciones y otro con su excasera Aránzazu que ha acusado a Julián del impago reiterado en las cuotas del alquiler de una vivienda situada en Móstoles.

En febrero del año pasado Julián tuvo que abandonar la vivienda con una deuda pendiente que según su excasera todavía no ha sido abonada. “No sé exactamente la cifra de lo que me debe porque no es solamente lo que no ha pagado, también están los recibos que ha dejado a deber. La cifra está más cerca de los 30.000. No te puedo dar una exacta porque también entran los intereses y cosas que son importantes”, aseguraba la mujer hace unas semanas.  

Según la versión de Aránzazu, Julián disponía de dinero pero lo utilizaba para otros fines. “Había dejado de pagar el alquiler porque dentro del dinero que tiene prefiere utilizarlo para otras cosas, no porque un juez le haya embargado la cuenta y le haya dejado a cero”, ha contado.

Por su parte, el hijo de Carmina Ordóñez ha ofrecido su versión de los hechos en los micrófonos de Europa Press. “Quiero dejar claro que la situación no es, en absoluto, la que se está contando. Estoy padeciendo una difamación que no es justa y la estoy abordando tanto legal como judicialmente, que es como hay que hacer las cosas”, ha aclarado.

Julián considera que no es justo todo lo que está soportando. “Lo que no se puede hacer es en un plató de televisión buscar lo que no se consigue en los juzgados. Es miserable y no se puede consentir”, ha explicado.

El escritor siente que toda esta historia le ha generado un grave perjuicio a la hora de encontrar una vivienda de alquiler. “Tú imagínate la publicidad que es esto. Ahora me quiero mudar  y me piden un año por adelantado. Y eso es una barbaridad, es injusto sino ilegal”, ha finalizado.

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