Malos tratos y ruina económica

La confesión más cruel de Marta López sobre su vida

Marta López ha sido la protagonista de una de las curvas de la vida más desgarradoras de 'GH Dúo 2'.

Marta López ha sido la protagonista de una de las curvas de la vida más desgarradoras de 'GH Dúo 2'. / MEDIASET

La curva de la vida ha desnudado una inesperada fragilidad en Marta López. La concursante de GH Dúo 2, pura garra en la televisión desde que se dio a conocer en la segunda edición de Gran Hermano, ha realizado un repaso a su trayectoria vital que ha emocionado a sus compañeros y a los espectadores del reality de Telecinco.

Marta López ha sorprendido a todo el mundo con un relato desgarrador que nada tiene que ver con la imagen que ha proyectado en la televisión durante las dos últimas décadas. “Llevo veintitrés años en la tele y nadie sabe nada de mi vida. Todos piensan que he sido una niña pija”, así ha comenzado la puesta en escena de una curva de la vida para el recuerdo.

Los problemas de la televisiva aparecieron cuando tan solo tenía 9 años. Sin entrar en muchos detalles, Marta López se refiere a un incidente que tuvo con un vecino y que le marcó de por vida. “Esto va ser duro porque no lo habéis oído de mi. Yo nací en Benavente, un pueblo de Zamora. Tuve un problema con un vecino. Vamos a decir que no se portó bien conmigo. Me voy a ahorrar muchas cosas para no herir la sensibilidad de nadie”, ha señalado.

Marta se fue a Tenerife por amor, donde recibía continuos malos tratos por parte de su primera pareja. “Luego me fui a Tenerife con mi primer novio. Mi primera relación era de maltrato continuamente, de pegarme palizas. Un día, el de seguridad del hotel me encontró debajo de un baño con la cara ensangrentada. Eran cosas que daba vergüenza decirlas”, ha relatado. La ingenuidad se adueñó de ella. “Yo pensaba que me quería mucho y que por eso me hacía esas cosas. Me acabé yendo de Tenerife huyendo de él”, ha manifestado.

Después de ese terrible episodio volvió a Madrid y se apuntó al casting de Gran Hermano, una decisión que cambió su vida por completo. “Me apunté al casting de Gran Hermano y aquí estoy veintitrés años después. El reality ha sido de las mejores cosas que me han pasado en la vida y la oportunidad de descubrir un mundo nuevo. La televisión me ha hecho entender que las personas que han pasado un maltrato o abusos no tenemos que avergonzarnos”, ha contado con lágrimas en sus ojos.

No obstante, la vida le pondría más piedras en el camino. Tras el maltrato llegaba la ruina económica y problemas psicológicos. “Me casé y tuve a mi hijo Jorge y a mi hijo Tello que, junto con Javier, son lo que más quiero en mi vida. Luego me separo y, cuando viene la crisis, me arruiné completamente. No podía ni encender la calefacción. También durante esta etapa de mi vida experimenté maltrato psicológico. No voy a decir de quién, pero fue un machaque que no sabéis hasta qué nivel. Y me da una rabia no haberme dado cuenta de todo esto antes… No haberle puesto nombre. Si me coge ahora, esto se queda ahí”, ha asegurado.

En los últimos años, Marta ha tenido que sobreponerse a la muerte de su padre tras luchar contra una larga enfermedad. El fallecimiento se unía a una de sus rupturas más mediáticas. Alfonso Merlos había conquistado el corazón de Marta, que no sabía que el abogado mantenía una relación paralela con Alexia Rivas, otro rostro conocido de Mediaset.

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