Portugal ha vivido un sábado contradictorio. Los espectadores del país vecino han seguido por televisión el enlace de la princesa heredera del trono portugués, que dejó de existir hace 113 años, pero se han embelesado del protocolo y también simpatía de la contrayente, María Francisca de Braganza, duquesa de Coimbra. Su marido, Duarte de Sousa Araújo, abogado. Ella tiene 26 años, él 30.

El padre de la novia, Duarte Pío de Braganza, quien conserva los derechos dinásticos para la corona lusa, era el orgulloso padrino en el palacio de Mafra, al norte de Lisboa. Los portugueses han vivido una boda real cuando es una república desde el año 1910, cuando por cierto se cambiaron los colores reales de azul y blanco de azulejo en su bandera por la actual roja y verde, los colores republicanos de Portugal. Y alrededor del palacio han lucido los colores reales.

#NEW Infanta Maria Francisca of Braganza, Duchess of Coimbra and Duarte de Sousa have exchanged their wedding rings 💍🇵🇹 They look so so happy 🥹 pic.twitter.com/dQuj74kazf

— CoutureAndRoyals (@CoutureRoyals) October 7, 2023

No ha faltado todo el protocolo y delicadeza en una celebración a la que han asistido con curiosidad 1.200 invitados al palacio y varios millones de seguidores a través de la televisión y las redes sociales.

La boda la duquesa María Francisca es el enlace 'real' que vive Lisboa casi tres décadas después de que se desposara el propio duque Duarte con Isabel de Herédia, madre de la novia, en 1995. La infanta ha despertado las simpatías por su carácter afable y discreto, con una simpatía natural incluso en su día más importante al presentarse de novia en la basílica del palacio de Mafra.

Y pese a ser una boda real, el presidente de la república portuguesa, Marcelo Rebelo de Sousa, ha estado presente, con el afecto que se le tiene a la familia real lusa aunque no reine. También se hallaba el alcalde de Lisboa, Carlos Moedas, y que fuera  ex primer ministro portugués José Manuel Durão Barroso.

A la boda lisboeta han asistido miembros de otras casas reales pero ha habido ausencia de la familia del rey español al coinicidir con la jura de bandera de la Princesa de Asturias en Zaragoza. Entre las casas representadas figuraban las de países que dejaron de ser monarquías como Rusia y principados como Baviera. 

María Francisca es segunda en la línea de sucesión en la familia real portuguesa. El primogéntio es Alfonso y el matrimonio del duque de Braganza tiene un tercer hijo, Dionisio. Ambos han estado en primera fila en la boda de este sábado.