Cultura

Joaquín de la Muela a sus 85 años lanza su séptimo disco titulado ‘Mi vida sin ti’

  • El representante artístico y cantante rememora toda una vida dedicada al espectáculo habiendo conocido a los mejores

Joaquín de la Muela en su oficina donde las fotografías con grandes artistas se agolpan en la pared.

Joaquín de la Muela en su oficina donde las fotografías con grandes artistas se agolpan en la pared. / Diego Martínez

Muchas mañanas acude Joaquín de la Muela a la que ha sido siempre su oficina como representante artístico en la calle Ángel Ochotorena. Desayuna en la cafetería Patri, situada a pocos metros y luego se sienta en su despacho y mira la amplia selección de fotografías que llenan las paredes de la oficina donde se amontonan los recuerdos con muchísimos artistas, algunos de los cuales ya han fallecido. Esta jubilado, pero vive rodeado de recuerdos y disfrutando de sus amigos, su mejor legado.

Y lleva unos años que no para. Recordando su etapa como cantante acaba de lanzar su séptimo disco que lleva por titulo Mi vida sin ti. En mayo cumplió 85 años y en los últimos catorce, De la Muela ha lanzado los discos Toda una vida (2007), Aguadulce (2009), Boleros de amor y desamor (2012), Recuerdos (2015), Homenaje a mi amigo Antonio Machín (2017) y Todas mis canciones son para ti (2019).

Mi vida sin ti es un título que va dirigido a mi mujer, a mi Pili. Va a hacer en diciembre cinco años que falleció y cada día me acuerdo más de ella y la necesito más. La echo mucho de menos y ya le he dedicado tres discos”, apunta De la Muela.

Este artista que lleva la música en las venas ha tenido tiempo para preparar este disco, ya que ha sido una etapa dura vivida con la pandemia. “Cada vez que entro en mi casa, veo que es un museo. Por todos los sitios me aparece ella, no se puede ir de la mente. La música es ahora mi acompañante cada día”.

“El encierro durante la pandemia lo he llevado mal, porque he estado encerrado en casa. Antes nos reuníamos los amigos, pero el coronavirus nos ha hecho estar alejados, porque somos personas de riesgo. Gracias a Dios ya empezamos a salir a la calle y al menos tomar algo y hablar, porque es fundamental poder reunirse. Ya estamos vacunados”, dice.

“En el disco he incluido baladas y boleros, pero también he incluido temas como Acércate más, para dar una cierta alegría. Hay muchas canciones de José Luis Perales, porque las letras de Perales son otro mundo”, confiesa Joaquín de la Muela.

Este hombre que ha vivido muchos años del espectáculo tiene un mal recuerdo del año 2016. Nada más comenzar el año tuvo que ser ingresado en el hospital debido a un ictus que le afectó a la voz y cuando ya acababa el año falleció su esposa.

Durante muchos años, Joaquín de la Muela se dedicó a la representación artística, trayendo hasta Almería a las grandes figuras de la canción desde los años 70. “Viví una época complicada, pero muy bonita. Me dediqué mucho al espectáculo, digamos que lo hice en cuerpo y alma”, apunta. Los recuerdos se agolpan en la cabeza de Joaquín de la Muela. “Muchos me animan a escribir mis memorias, pero no puedo hacerlo, porque tendría que dulcificarlas”.

Muchos se preguntan cómo Joaquín de la Muela a su edad sigue grabando discos. “Yo me debo a la música desde que era un niño. Nunca pensé grabar estos discos, pero me hice un estudio y como la música es un veneno, pues un buen día me decidí y no me arrepiento. He disfrutado mucho haciendo estos discos, que es un legado que yo dejaré el día que ya no esté”.

La historia musical de Joaquín de la Muela comenzó hace muchos años. “Empecé cantando, antes de dedicarme a representar a artistas. Comencé con la orquesta Donaire y luego fundé Los Ícaros y estuvimos cinco años y medio actuando por toda España”, recuerda.

Con Los Ícaros, Joaquín de la Muela vivió unos años intensamente. “Grabamos dos discos en Belter que nunca salieron a la venta por la ruptura del grupo. Ante todo éramos un grupo de salsa, aunque tocábamos mucha canción melódica”.

Cuando acaba la etapa de los Icaros, Joaquín de la Muela regresa a su tierra. “En aquel tiempo no ganábamos mucho, por lo que decidí dedicarme a la representación artística. Es cierto que ganamos dinero, pero gastamos también mucho en aquel tiempo”. Luego montó una zapatería cuando regresa a Almería.

“La zapatería era Calzados Olimpia. Yo era dependiente de zapatos y trabajaba y cantaba porque había que comer. Me iba muy bien con la zapatería pero mira por donde estaban poniendo el alcantarillado en la calle, llueve un día mucho en la ciudad, concretamente en la calle Federico de Castro, y se inunda la zapatería. Me arruinan y de ahí me tuve que meter a cantar en el Cabaret El Chapina. A partir de ahí empiezo yo a contratar artistas”.

“De ahí me voy a la Simca de delegado de ventas, hasta que lo dejé para dedicarme plenamente al espectáculo. Eso fue en 1974”.

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