Cultura

Peteco Carabajal hace vibrar al público a ritmo de tango en el Teatro Apolo

  • La segunda velada del Festival de Tango en Almería fue un éxito Este evento musical celebraba este fin de semana su décimo aniversario

Si Anabella Zoch puso en la noche del viernes la dulzura de su voz al servicio del tango más melódico y pasional, el sábado, en la segunda cita del X Festival Internacional de Tango organizado por el Área de Cultura, Educación y Tradiciones del Ayuntamiento de Almería dentro de la 'Primavera Cultural' fueron el carisma y la veteranía de Peteco Carabajal los que brillaron con luz propia en un recital extenso y muy aplaudido por el público que llenó el patio de butacas.

Acompañado por Chochi Duré y Homero Carabajal, y tras una doble tanda de bailes de Laura Atienza y Gastón Godoy y Tupac y Belén, los dos primeros con cierto toque teatral, Peteco Carabajal hizo gala de una sobriedad escénica sin grandes aderezos, solo adornada por el carisma de su voz y sus interpretaciones y por las pequeñas anécdotas familiares que fue incluyendo para presentar alguno de los tangos interpretados en la primera fase del repertorio.

Golondrinas, Sur y Cuesta Abajo, el primero y el tercero de Gardel, abrieron el cancionero. Peteco explicó que "mis abuelos tuvieron doce hijos varones y de ahí la familia creció y somos 365 personas las derivadas de esa unión y casi todos dedicados al mundo de la música".

Tinta Roja, Volvió una noche, Fuimos, de Homero Manzi o Garúa, fueron los siguientes tangos a los que Carabajal prestó su voz. Después de muchos años componiendo canciones para artistas como Mercedes Sosa, Los Chalchaleros, Los Fronterizos, Los Cantores de Quilla Huasi, Horacio Guarany, Soledad o Teresa Parodi y tras publicar más de quince discos es en Peteco de Buenos Aires donde ha dado salida a su vertiente tanguera. "Estaba algo nervioso porque en mi región, Santiago del Estero, lo que se canta es la chacarera", avanzó.

Después de interpretar Cristal Peteco Carabajal enfiló el fin de su actuación con varios tango mundialmente conocidos como Cafetín de Buenos Aires y Naranjo en flor, para cerrar con otros dos añejos como el comprometido Afiches, de Homero Aldo Expósito, y el Yira, Yira de Discépolo.

Tras ellos, Peteco se permitió el gusto, para disfrute de los asistentes, de invitar al escenario a Anabella Zoch con la que junto a ella, a ritmo de violín, bombo y aires festivos, desplegó una serie de chacareras que levantó las palmas en el patio de butacas. En primer lugar con su tema propio Borrando Fronteras y la dedicada a las madres "actuales y las que puedan serlo a partir de esta noche", bromeó, Como pájaros en el aire.

Antes de llegar a la última tanda, Peteco explicó la tradición familiar que reunía más de 300 personas para celebrar cada 15 de agosto el cumpleaños de su abuela. "Se murió en 1994 y al año siguiente la gente del pueblo incluso acudió para que siguiéramos celebrando el festejo. Hoy en día se hace una fiesta de una semana de duración donde les invito si tienen oportunidad", aseguró un agradecido Carabajal, antes de cerrar con las festivas Puente Carretero y Entra a mi Pago sin Golpear. La estrella azul pondría un cierre de esperanza a una actuación que, sin duda, forma parte ya de la historia más brillante del Festival Internacional de Tango de Almería.

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