Análisis

ESPERANZA PEREZ FELICES

Colaborar no cuesta tanto

"Necesitamos manos y no palmas abiertasque nos den collejas desde nuestra propia casa"

Como saben, en Níjar hemos atendido en apenas dos semanas a más de 1400 familias con problemas serios, de los de verdad, de esos que pueden marcar tu futuro inmediato, a raíz de las lluvias torrenciales del pasado viernes 13 de septiembre. Podría volver a explicarles en qué consiste esa avenida de 1000 años que sufrimos en pleno corazón productivo de la comarca en la que más hectáreas de producto ecológico hay en Almería. Todo eso es real, y junto a ello tenemos redes de abastecimiento que literalmente han sido barridas por las aguas y, de paso, toda una serie de servicios públicos que han sufrido enormes daños. Vamos que donde no falla internet, tenemos puntos negros de aguas residuales que sencillamente, con nuestros medios y los que nos han prestado, aún no hemos dado abasto para volver a la normalidad. Tenemos dos caminos a seguir. Uno es ponernos a lanzar dardos envenenados contra las administraciones por el uso que se hace de los fondos de emergencia, y así nos quitamos la presión social de encima. O apretar los dientes y mirar cada mañana a nuestro entorno más cercano para motivarte aún más en encontrar las soluciones precisas. Les aseguro que viendo algunos comportamientos la tentación de tirar por la calle de en medio, y más ahora que estamos de elecciones, es sensiblemente importante, pero el problema es la distancia. Yo vivo en mi pueblo, cada mañana bajo al mismo bar, veo a mis vecinos, me paro con ellos y sencillamente no les puedo mentir. Será un problema o virtud de la educación recibida, pero no estamos para engañar. Así que cuando voy en el coche que yo conduzco al despacho de Alcaldía, paso por alguno de esos lugares que aún están afectados, por otros que ya están en vías de solución y me digo: "Esperanza no pierdas la esperanza". Cuando veo comunicados de grupos ecologistas denunciando los vertidos de los plásticos en las ramblas, y son ciertos, o a los vecinos organizándose para denunciar públicamente la tardanza en la llegada de los medios públicos para darles una solución, y tienen razón, creo que no calibran el daño colectivo que generan. Para bien o para mal, vivimos de la agricultura y del turismo, y si somos nosotros mismos quienes nos ponemos en primera fila para lanzarnos piedras sobre nuestro propio tejado, al final puede que el tejado ceda y todas las piedras acumuladas ahí terminen cayendo a plomo sobre nuestros dos sectores estratégicos. Sólo es necesario que ese mensaje llegue a los grandes operadores para que se fijen en otros lugares, como Marruecos, para comprar allí ecológico. Y cuando digo allí me refiero a donde me da la impresión que ni se paga la Seguridad Social que se paga aquí, ni se es tan estricto con las certificaciones, y para qué contarles de los vertidos de plásticos en ramblas. Igual pasa con el sector turístico. Si nos ponemos a vender que esto es la debacle total, obviamente aquellos que vienen buscando un lugar idílico como el Parque Natural de Cabo de Gata Níjar, van a correr su ratón del ordenador a derecha o izquierda del mapa a la hora de elegir destino. Y quienes viven del turismo sencillamente se esfumarán, porque el mercado es así de severo.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios