Hoy 25 de noviembre conmemoramos el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. La violencia machista es la manifestación más cruda de la violencia contra la mujer y la más latente de la desigualdad entre hombres y mujeres. Es una situación que no se puede negar y se manifiesta ante la mirada inocente de los hijos e hijas de las víctimas, que se quedan huérfanos y con un padre criminal en la cárcel, ya que la muerte de una mujer a manos de su pareja no es el fin sino la continuación de una tragedia que podía haberse evitado.

Pero la violencia no se manifiesta sólo en el asesinato de tantas mujeres a manos de su pareja -más de una al mes en Andalucía en lo que va de año-, también en cualquier acto que tenga o pueda tener como resultado el daño o sufrimiento físico, sexual, psicológico o social para la mujer, sea en la vida pública como privada, y sólo por su condición de mujer. Una mujer puede ser, también, "asesinada" por la discriminación en la empresa, por la dificultad de acceder al mundo laboral, por recibir un salario más bajo desarrollando las mismas funciones que sus compañeros de trabajo, o por no poder desarrollar una carrera profesional por asumir, además de trabajar, toda la carga familiar.

Pensamos que los motores de una sociedad son el crecimiento económico, el desarrollo de infraestructuras, de la tecnología y no deja de ser cierto, pero mientras exista desigualdad entre mujeres y hombres no podremos hablar de una sociedad desarrollada o de una ciudad inteligente. Lo primero es lograr la igualdad entre mujeres y hombres, este es el verdadero motor de nuestra sociedad.

La igualdad es un principio básico de la democracia y de su regeneración. La igualdad entre mujeres y hombres y la eliminación de las discriminaciones por razón de sexo deben ser los objetivos fundamentales para cualquier gobierno que se precie de demócrata, así como crear la normativa que proteja a las mujeres y promueva la igualdad. Las leyes son la única vía a través de las que se puede lograr la igualdad entre mujeres y hombres. Las leyes son instrumentos poderosos para derribar los estereotipos masculinos como poder, posesión, dominio y los femeninos como dependencia, fragilidad, filiación, poniendo en un mismo plano a ambos como sujetos de derecho. Todos los avances en igualdad en la historia democrática de nuestro país han venido de la mano del socialismo, desde el permiso de paternidad, las dos leyes de interrupción voluntaria del embarazo, la ley contra la violencia de género, la ley de igualdad o la de dependencia.

El pasado 3 de agosto el Gobierno de Pedro Sánchez aprobó la reforma de la Ley de Bases de Régimen Local devolviendo a los ayuntamientos competencias en materia de violencia de género, fijando que el 30 % del presupuesto para los ayuntamientos -20 millones en 2018 y 40 en 2019- sea para el Sistema de Seguimiento Integral en los casos de Violencia de Género, haciendo especial hincapié en las políticas preventivas, ya que los ayuntamientos son los que están más cercanos a la gente y, en muchos casos, son la primera instancia a la que acuden las mujeres que sufren violencia.

La igualdad es eje transversal de mi proyecto político para Almería, y la búsqueda de la igualdad entre las mujeres y hombres en nuestra ciudad, la aplicación de medidas preventivas y de atención a las mujeres, niñas y niños víctimas de violencia será mi prioridad. Desde la formación de un gobierno paritario hasta poner en marcha medidas que sitúen a Almería como municipio libre de violencia de género, lo que conllevaría la creación de una red de atención social a las mujeres y a sus hijos e hijas en situación de violencia y les ayude a buscar alternativas para recuperar su vida, como servicios de protección y acogida, formación, apoyo al empleo, vivienda o ayudas sociales.

Pero también, en mi condición de mujer y socialista, será la base de mi modelo de gobierno de la ciudad, la igualdad de servicios públicos de calidad para todos los barrios y para todas las personas, la igualdad de trato para escuchar y solucionar las demandas y problemas de todos los ciudadanos y todos los sectores de la ciudad, la igualdad de derechos entre las mujeres y los hombres y, sobre todo, la tenaz lucha contra la violencia hacia la mujer y las hijas e hijos para que no la sufran.

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