El día que se debía haber dado esperanza y tranquilidad a nuestros mayores de 80 años, la Junta de Andalucía los ha concentrado de forma masiva en los puntos de vacunación (mayor parte de ellos en plena calle) en un intento de solución masiva a la lentitud que viene dada en la primera dosis de vacunación. En los puntos de encuentro del Andarax, junto a los Centros de Salud Comarcales, se han ido juntando las personas mayores, acompañadas de sus hijos, desde las nueve de la mañana. En plena calle, sin asientos y con temperaturas que rondaban los 11 grados. En el municipio de Canjayar se ha dado un retraso de casi dos horas y llegado el momento ni siquiera se han dado explicaciones ni instrucciones a seguir a lo largo de la mañana.

Se ha convocado a cientos de personas en cada punto de vacunación con unas 24 horas de antelación, o incluso menos. No sabemos si la Junta pretendía una vacunación masiva o es que la desorganización es su seña de identidad.

Había los lógicos nervios de la ansiedad de iniciar el proceso de vacunación, y por añadido la tardanza (en el caso de Canjayar) sin dar las explicaciones oportunas. Algunos sanitarios también han llegado a estar intranquilos ante la aglomeración de tantas personas mayores y la falta absoluta de organización en el desarrollo de la jornada de vacunación. Ha sido solicitada la presencia de la Guardia Civil para orientar en la calle a personas y vehículos.

En Alhama también han convocado a centenares de personas en la calle, venidos de pueblos de alrededor. Y aunque había personas sentadas no se guardaban las distancias de seguridad.

Enterados los alcaldes de estas comarcas de tal desbarajuste se han incomodado con los dirigentes de la Junta, pues entienden que deberían haber contado con los Ayuntamientos para esta vacunación masiva. Hay instalaciones municipales amplias y suficientes en estas Comarcas para abordar este tipo de actividades con las suficientes garantías.