Amanecía con un mensaje de whatsapp de Nico García (el peor becario de la historia): "Club de la 2a división de España, necesita lateral zurdo de nivel alto, o bien cedido o libre, da igual nacionalidad, condiciones dependiendo del perfil. Oferta de fútbol sólo para agentes asociados a JEP Sports Management. Presentar perfil en privado."

Lo primero que pensé, y que pensamos todos, era, claro, que ese club de Segunda era el Almería. Con Samu de los Reyes lesionado a la semana de llegar, solo nos queda Nano. Pero, oye, que también podría ser otro equipo.

El anuncio se quedó ahí, publicado en la página de esta agencia de jugadores, como el que alquila un piso en milanuncios, vende una batidora en wallapop o busca empleados en infojobs. Y no volví a reparar en ello hasta que a media tarde me dio por entrar. Había comentarios de usuarios, todos de Almería. Pero, oye, que también podría ser otro equipo.

Había de todo. Desde el que afirmaba poner más voluntad que Fidel hasta el que decía haber jugado en el Valdivia en los 80. El que ofrecía sus servicios a cambio de caja de lechugas y cuarto y mitad de tomates y el que soltaba un guiño a Alfonso asegurando que era almeriense pero se sentía murciano, con la misma experiencia en Segunda que la mayoría de los fichajes realizados y que se conformaba con el chándal de Motta. En ese momento me acordé de César Vargas (Vargulis), pidiendo en estas mismas páginas hace unas semanas una prueba como la que le habían dado a Dani Suárez.

Bromas aparte, cómo tiene que estar la cosa para que un club de la Liga de Fútbol Profesional se ponga a buscar un lateral izquierdo a través de un anuncio formal en una página web. Pero no queda ahí el asunto. En la misma página, otro club de Segunda busca un nueve. Lateral y delantero, casualmente, dos puestos a reforzar en el actual Almería... Pero, oye, que también podría ser otro equipo.