Análisis

ramón gómez vivancos-garcía

El arte de ser contundente

Es inevitable que a uno le ronden por la cabeza dos tantos decisivos que la pasada campaña encajó la UDA. Y no fueron dos goles cualquiera, sino los logrados por Raúl de Tomás desde el centro del campo con el Espanyol y por Abdón Prats de chilena con el Mallorca, en terreno españolista y en suelo rojiblanco, respectivamente. Todavía no repitieron ambos jugadores un tanto semejante, y casi seguro que nunca más lo logren. Algo similar ocurrió ante el Lugo.

Una vez analizados con lupa los tres goles lucenses, se podría afirmar que en todos ellos el mérito estuvo más del lado atacante que del desacierto del defensor o portero. Eso no quita para que los jugadores de Rubi intenten defender mejor en zonas clave y sobre todo traten de presionar con más intensidad al rival, pese a que la UDA no suele ser un conjunto que conceda demasiadas ocasiones. El Lugo no era un rival fácil, los resultados de sus 15 últimos encuentros de liga así lo atestiguaban, pues entre todos ellos tan solo fueron derrotados una vez, en Huesca, y en el último minuto.

Aun con todo, a un servidor se le quedó un sabor agridulce por haber dejado pasar tan buena oportunidad de sumar tres puntos al amparo de haber logrado tres goles. Nadie puede decir que no se crearon ocasiones y que se acertó por partida triple, pero la UDA debería de dar un paso adelante en forma de contundencia, de firmeza, a la hora de posicionarse sobre el terreno, tanto en el interior de las áreas como al borde de ellas. Se reforzarían esos pequeños detalles que a la postre engrandecen las virtudes de un equipo que casi siempre genera ocasiones de gol.

A colación de la referida contundencia, bien se haría en liberar a Pozo de las funciones estrictamente defensivas, pues el extraordinario jugador sevillano queda retratado en exceso a la hora de emular a un defensa expeditivo. Seguro que en posiciones más avanzadas veríamos al mejor Pozo posible, que es muy bueno. El debut de Rodrigo Ely dejó un agradable regusto de jugador interesante para el tramo final de la competición. A ver si llegara otro central más para ayudar en esa zona tan castigada, pues se aproximan jornadas duras y sobre todo decisivas. A Rubi le encantará toda esta lucha encarnizada entre los tres primeros, se lo está pasando bien, incluso parece apasionarle, como manifestó en la previa del choque, pero yo me lo paso mucho mejor viendo ganar a la UDA de penalti injusto en el último segundo, con diez puntos de ventaja sobre el tercero de la fila. ¿O es que Rubi no se divertía más en diciembre? Cuestión de prioridades.

El disfrute futbolístico, para las competiciones o encuentros desde un punto de vista neutral. Un aspecto negativo resalta dentro de la nueva imagen del estadio. Los aficionados de preferencia deberían de poder consultar el minuto del encuentro sin tener que dar un giro de cuello de 180 grados. De poco sirve que los flamantes marcadores de ambos fondos retransmitan el partido (sin incluir repeticiones, como es lógico). Podrían más bien mostrar el minuto de juego y a la vez informar del desarrollo del choque. Para llegar a ser un estadio de categoría no solo se deben valorar los aspectos más coloristas, ni se pueden permitir esos descuidos, los mismos que la UD Almería no debería cometer en la decisiva recta final que se avecina.

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