Será buen entrenador, será un maravilloso estratega, será un psicólogo de primera, tendrá a los jugadores enchufados... Eso y muchas más cosas, seguro, así está el Almería como está de bien. Sin embargo, yo me quedo con la elegancia y la educación que tiene José Gomes. En este mundo donde los valores brillan por su ausencia, sobre todo en España, el ser un caballero es algo que todavía muchos agradecemos. Algo tan fácil como tener un tono sosegado y no buscar la bronca y la provocación, es algo que echamos de menos de un tiempo a esta parte.

"Entiendo la frustración, que es un sentimiento común, pero estoy concentrado en lo que controlo, no descentrado de mis tareas para protestar. Es muy difícil ser árbitro y cuando solo tienes una fracción de segundo para decidir estás sujeto al error". Eso dijo en caliente en la sala de prensa de Fuenlabrada.

"Entiendo la sanción del árbitro a Sadiq, pero una vez que se ve el vídeo, no es ni falta. Mi jugador está sancionado y con cuatro tarjetas... Hay que aceptarlo, aunque no es justo. Sólo podemos estar centrados en nuestro trabajo". Esto otro dijo ayer tras conocer que Apelación 'pasaba' del recurso del Almería. Lo mismitico que hubiera dicho cualquier otro. Bravo, míster.