La UD Almería tiene más de excepción que de excepcional. Fundado en 2001, es un club de Pichichis. Tal es así que es el único de Segunda con tres en el siglo XXI. Si se echa la vista aún más atrás, en el último medio siglo, desde la temporada 70/71, sólo otros dos equipos lo han conseguido. Se trata del Celta y Betis. Lucas (81/82), Baltazar (86/87) y Gudelj (91/92) se auparon a lo más alto de la tabla de goleadores de Segunda División defendiendo los colores del cuadro vigués. Pepe Mel (89/90), Aquino (93/94) y Rubén Castro (03/04) hicieron lo propio como jugadores béticos. Leo Ulloa abrió el camino en la entidad rojiblanca en la 2011/12 y el hispano-brasileño Charles Dias de Oliveira continuó los pasos del argentino en la 2012/12. Y Álvaro Giménez, el curso pasado, les tomó el relevo y ha proclamado a la UDA como un consumado especialista en forjar goleadores en la División de Plata. El fútbol, de forma muy resumida, es sudor y goles. Transpiración e inspiración. Estamos ante un deporte de equipo, donde prima lo colectivo y brilla lo individual. Los goleadores ponen su talento al servicio del equipo y cierran lo que el resto de sus compañeros abren con su trabajo. Darwin Núñez es el gol de los rojiblancos. Este joven delantero es natural de un país, Uruguay, que rinde culto al fútbol y donde se juegan miles de partidos a lo largo de la semana. El charrúa ha salido de esta gran fábrica como Forlán, Cavani, Suárez o Stuani, entre otros. Con 12 dianas está a 11 de este último, delantero del Girona. Es mucha la diferencia, pero la puede acortar. Tiene juventud, una prodigiosa zancada, que le hace ser muy veloz, y ganas, muchas ganas de destacar y de dar que hablar en positivo. El chaval ha dado muestras de inmadurez, pero está llamado a ser Pichichi.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios