Análisis

celso ortiz

'A merced del viento y la arena' de Agustín robles santos

La lectura es un buen refugio para pasar las horas en esta especie de encarcelamiento que nos mantiene en casa más tiempo de lo acostumbrado por culpa de una epidemia que en el pasado marzo nos cogió desprevenidos y no sabemos hasta cuando dominará nuestras vidas "A merced del viento y la arena" es el último libro que ha caído en mis manos y desde el día que lo empecé me ha tenido enganchado siguiendo la tumultuosa vida de Estela, su protagonista. Se trata de la tercera novela de Agustín Robles Santos, un escritor nacido en Cuba y afincado en nuestra ciudad, ingeniero agrónomo por el Instituto Superior de Ciencias Agropecuarias de La Habana y doctor, en el año 2004, por la Universidad de Almería. En ese mismo año publicó "Extraño huésped" y en 2017 "Las campanas de Islamabad". De ambas novelas se publicaron segundas ediciones. "A merced del viento y la Arena" es una novela de una riqueza narrativa impresionante. A mi modo de ver, la vida de Estela en realidad es la imaginación de Agustín Robles traspasando fronteras sin límites. En los primeros capítulos se produce el envío, por el Partido Comunista de Cuba, de Serafín, prestigioso médico cirujano, y su esposa Estela, enfermera, a prestar servicios a Etiopía en plena guerra con Somalia. Lo que en principio parece que va a desembocar en un argumento más o menos convencional se convierte en un mosaico de vivencias donde todo es posible. Estela, la protagonista, unas veces es la esposa fiel, y otras veces practica el amor libre. Lo mismo es la mujer sumisa que la compañera rebelde. En ocasiones vive en una extremada pobreza y en otras disfruta de la mayor opulencia.

Tres veces contrae matrimonio, se divorcia una vez y enviuda en dos ocasiones. Lo mismo se relaciona con los nuevos maridos, que con los maridos muertos que reaparecen. La hechicería convive con la realidad. La brujería se combina con la medicina científica con la mayor naturalidad. La novela transita eliminando fronteras y mezclando razas. De la África negra a los emiratos Árabes y, por su puesto, Cuba. Ello da lugar a la descripción de los usos y costumbres más diversos, desde el comunismo cubano hasta el canibalismo, pasando por el Islam y un catolicismo supersticioso. En la vida de la protagonista es donde concurren todas las piezas del mosaico. Hasta el punto que la que empieza llamándose Estela, terminará llamándose Hayat. Pero lo que parecen hechos contradictorios, el autor, Agustín robles, los hilvana de tal manera, que nos resultan absolutamente compatibles y cotidianos. La novela "A merced del viento y la arena" es un derroche de imaginación que a la vez que nos sorprende, nos familiariza con un estilo peculiar que practica el autor, y avanzamos en la lectura, transportados a un universo de fantasía y realidad en perfecta sintonía. En el último capítulo Agustín Robles trata de justificar los excesos de la historia que nos cuenta, pero yo me quedo con todas y cada una de las experiencias por las que pasa la protagonista.

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