El miércoles, en las gradas del campo Francisco Pomedio, muchos nos hacíamos la misma pregunta viendo jugar al equipo de Alberto Lasarte, el juvenil de división de honor que ha alcanzado los cuartos de final de la Copa del Rey, tras eliminar a Elche y Alavés, y que está teniendo una trayectoria espectacular en Liga: ¿qué va a ser de estos muchachos la próxima temporada? Pregunta que venía a colación de la "extraña" política que a día de hoy lleva el filial, que milita en la quinta división, en donde ya no solo no hay ni un solo jugador nacido en Almería en la plantilla, si no que en cada partido hay que ver cuántos españoles hay en la alineación. Sin ir más lejos, la semana pasada frente al Huétor Vega tres jugadores en el once inicial nacidos en España, y cuatro en total entre los 18 que podían disputar el encuentro. ¿Qué ocurrirá si el filial logra el ascenso a 2ª B o cuarta categoría nacional? Si en la quinta han desaparecido los jugadores de la tierra y escasean los nacidos en España… De ahí la pregunta que muchos nos hacíamos en las gradas del campo del Huércal el miércoles, donde disfrutamos de un partido en el que Lasarte maneja un grupo con siete jugadores nacidos en la tierra y donde es casi testimonial la presencia de extranjeros. ¿Será capaz el entrenador de convencer a quien tenga que convencer en el club de que debe apostar más por los jugadores de la tierra o los españoles para el filial? Y es que lo del equipo B no es de ahora. Desde la llegada de la nueva propiedad la tendencia ha sido a ir reforzando al conjunto con jugadores de otro país. De ahí que veremos a ver el futuro que les espera a los jóvenes jugadores del equipo de División de Honor juvenil, hoy elevados a las alturas por la temporada que están haciendo y con un futuro muy incierto dentro del club si tenemos en cuenta los parámetros seguidos últimamente con la formación de la plantilla del filial.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios