El que tuvo retuvo y guardó para la vejez. El conocido refrán es de aplicación directa al actual director deportivo de la UDA, quien conserva fuera del césped la magia que tuvo como futbolista, sobre todo en el uso del lenguaje, una cualidad que da y quita. El talaverano ha escrito su historia deportiva bajo el pseudónimo de "Corona". Apostó por este nombre como un guiño de complicidad con su familia, que en Talavera de la Reina es conocida con este apodo por la calvicie en la coronilla de la cabeza de muchos de sus miembros masculinos. La fuerza de la costumbre y la falta de información han hecho el resto y son legión quienes han creído que su nombre de guerra era su apellido real. Él no quería y únicamente cabe achacarle cierta responsabilidad involuntaria. Tampoco le es atribuible el hecho de haber completado sobre el césped 104 de su 333 partidos como rojiblanco -entre 1ª, 2ª, Copa y Promoción- que le han situado como el jugador con más partidos jugados en la entidad unionista. La inevitable salida de Joaquín Fernández con rumbo al Valladolid ha sido su penúltimo truco lingüístico. Licenciado en Derecho, bien instruido y mejor dotado para la palabra, el mítico 15 rojiblanco ha superado su número de dorsal en esta ocasión. "Yo no he sido, yo no he sido. A mí que me registren". Más o menos esa ha sido su reacción, alejándose de toda responsabilidad en este negociado. Y es cierto, ha sido el propio jugador de Huércal, que ya rechazó una oferta del fútbol griego porque no le gustaba, quien se ha puesto en el mercado. La operación se ha cerrado porque los clubes, Valladolid y Almería, y el futbolista y su agente han querido, les ha venido bien y les ha interesado, ni más ni menos. Y punto. Lo demás son juegos de palabras, afán de enredar y de defenderse con balón, sin atacar.

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