A dos metros

Ricardo Alba

Anomalías democráticas

Respecto a las cloacas que él bien conoce, no hay por menos que estar de acuerdo con Pablo Iglesias

Sanidad notifica hoy más de 300 fallecimientos por Covid en España. Rafa Nadal no ha ganado a su contrincante griego en el Abierto de Australia. Un juez ha imputado a este…, sí, hombre, sí…, a Monedero. Pablo Casado pone en venta el casoplón Popular. El ingreso en prisión de un boceras condenado por la Justicia ha liado la mundial. En el Congreso falta la escupidera, bueno, y el intelecto también. Escribo estas líneas perdido y sumido en un tunelillo de la cloaca mediática, al decir del Vicepresidente del Gobierno.

Tiene razón Pablo Iglesias en esto de que en España 'hay anomalías democráticas', así como en aquello de las cloacas y sus ramificaciones evacuatorias. De las palabras de la pareja de la ministra Irene Montero, hoy fuera de sus casillas por la cosa esta de la Ley Trans que al parecer le han birlado, se puede deducir que en su ideal de país 'plenamente democrático' no existiría la propiedad privada, la banca debería ser nacionalizada, no digamos las eléctricas, las empresas del Ibex 35 seguirían el mismo camino de los monumentos falleros, el tipo de enseñanza habría de ser público y adoctrinado, la libertad de expresión se alentaría con violencia callejera, y así de seguido hasta dar en pensar que él mismo podría ser una 'anomalía democrática' sostenida en y por Sánchez. Obviamente, en el país soñado de Iglesias y en esta España de hoy, no comulgar con el pensamiento totalitario del inquilino de Galapagar es cosa de 'fachas' en alusión despectiva a un gen descarriado en la evolución racional de algunos humanos.

Respecto a las cloacas que él bien conoce, no hay por menos que estar de acuerdo con Pablo Iglesias. No se ve nada y se ve mucho. La oscuridad es inmensa, hay que pegar bien la oreja al tubo donde se envían las aguas sucias. Algunas alcantarillas vierten componendas y favores, otras, en cambio, billetes, muchos billetes de todos los colores en curso. Ciertos conductos subterráneos llevan a los primeros puestos en las listas cerradas electorales; otros, a dedazos ministeriales.

Al final, como de sobra sabe el experto, las cloacas se reúnen en un colector principal que lleva las aguas residuales a una planta depuradora. No sobra recordar al manijero la importancia de que los conductos sean proyectados con una definida pendiente para que las aguas fluyan por la ley de gravedad. Ahora bien, por más pendiente que se les den a los colectores, todo vertido de agua residual irremediablemente salpica.

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