El medio y el ambiente

Aquí y fuera de Aquí

Por lo tanto, parafraseando al maestro Sabina, nada de "ir a la botica a comprar pastillas para no soñar"

Mientras que aquí, en Almería, seguimos con el pingurucho, los ficus y las obras del paseo, allende las fronteras provinciales, están pendientes de la revolución que ha llegado sin hacer ruido: la 4ª revolución industrial. En este tema se ha involucrado Fucas, de la Fundación de Cajas de Ahorros. Otro tema que me ha parecido interesante es un acto con Víctor Kuppers en el que, entre otros temas, habla sobre cómo ser positivos. Estos dos últimos temas los he encontrado en un curioso e interesante blog: Marketingyservicios. Hago la referencia, para avisar que ésa ha sido mi inspiración. O sea, que de pensar yo: ¡nada!. Con estos copy-paste no pretendo un doctorado. Sólo trato de conseguir algo que no está a mi alcance; algo tan sencillo, desde mi punto de vista, como es matricularme de un par de asignaturas sueltas en la UAL, que me es imposible de conseguir, de momento.

En el primer tema, vamos con la Fundación Fucas: "La Cuarta Revolución Industrial está transformado profundamente la sociedad, impulsada por una serie de desarrollos tecnológicos. No creo que podamos sobrevivir como especie y afrontar los retos a los que nos enfrentamos sin la ayuda de las tecnologías que estamos desarrollando ahora", señala Nuria Oliver, doctora en Inteligencia Artificial por el MIT.

Por otra parte, todo sigue dependiendo del ser humano. "Los momentos de disrupción tecnológica son momentos en los que hay más demanda de dar sentido a la evolución social", resume Raymond Torres, director de Coyuntura y Análisis Internacional de Funcas.

O sea, buen futuro. Es bueno para las carreras técnicas, es bueno para las de Humanidades. Y no lo he dicho antes, pero es bueno para la FP, porque como muestra un botón: en IBM ya hay un 15% de los empleos en manos de titulados en FP.

De Victor Kuppers señalar unas afirmaciones: "1.- Los buenos son los que no tienen desequilibrios entre vida personal y profesional. 2.- No usan frases que empiecen por "es que", no son llorones. Y 3.- No son cenizos para los demás, "no andan tristes por la vida", a pesar de la que está cayendo.

Como la vida también tiene su parte dura, Kuppers define las verdaderas razones de la tristeza: pérdida de un ser querido, una situación angustiosa de paro, una enfermedad grave. Pero fuera de eso, lo que hay que hacer es ¡trabajar!. Y agrega algo que se nos está olvidando: hay que tener sentido del humor.

Por lo tanto, parafraseando al maestro Sabina, nada de "ir a la botica a comprar pastillas para no soñar", y tener claro que "tenemos más de cien motivos para no cortarse de un tajo las venas".

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