El manuscrito

Manuel López Muñoz

BLAS DE LEZO

La interpretación de los datos del pasado siempre tiene detrás una ideología y no hay historia si se prescinde de ella

Recuperar las figuras de nuestro pasado es una forma de crear consciencia de comunidad y de transmitir un mensaje sobre los valores que se desean para la sociedad, la actual y la futura: bien lo veían los griegos y los romanos cuando incluyeron a la Historiografía entre los géneros literarios.

Parece que ahora hay algunos empeñados en reivindicar la figura de Blas de Lezo, el mediohombre, patapalo, el soldado siempre disciplinado que perdió en combate un ojo, una pierna y el movimiento de un brazo, el protagonista de la épica defensa de Cartagena de Indias frente a unas tropas inglesas muchísimo más numerosas y mejor armadas, el que combatió a los piratas en el Mediterráneo, el que siempre acató las órdenes del Rey y murió sin que el Rey le reconociera sus servicios. Blas de Lezo, prototipo de militar leal y heroico.

Decía el otro día un político que la Historia no es de derechas ni de izquierdas, pero dejaba a un lado por irreflexión, desconocimiento o demagogia que las imágenes lo son. La interpretación de los datos del pasado siempre tiene detrás una ideología y no hay Historia si se prescinde de ella. Reivindicar a unas figuras tiene que ver siempre con un conjunto de valores que las enmarca y que nosotros le atribuimos. ¿Debe España construirse sobre los valores de sus guerreros? Ahí están Cortés, Pizarro, el Duque de Alba, el general Castaños, el almirante Gravina, don Juan de Austria, Churruca, Daoiz y Velarde… ¿Debe España construirse sobre los valores de sus exploradores? Ahí está Elcano, que terminó la vuelta al mundo, no como Magallanes, o Alessandro Malatesta (el James Cook de nuestra Historia). ¿Debe España construirse sobre los valores de la paz y el pensamiento? Ahí tenemos a Bartolomé de las Casas, a Feijóo, a Jovellanos, a los misioneros desperdigados por el orbe terrestre desde hace siglos, a Servet, a Cajal, a todos nuestros literatos, historiadores y filósofos.

¿Qué tiene Blas de Lezo para que ahora lo recuerden tanto? ¿Sus campañas en Argelia, sus campañas en las Indias? Creo que no: una de las órdenes que recibió fue, durante la Guerra de Sucesión, la de abastecer a las tropas borbónicas que asediaban una ciudad partidaria de la Casa de Austria. ¿Qué utilidad tiene Blas de Lezo para sus reivindicadores? Mantener abierto un conflicto que necesitan mantener vivo y votante hasta nueva orden. ¿Adivinan la ciudad de la que les hablo? Barcelona.

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