Son muchas las personas que alegan miedo, incluso pánico a la presencia de un vehículo, es lo que llamamos amaxofobia. No podemos calificar de "respeto" lo que algunos sienten al volante, sino más bien, un miedo irracional que puede ser provocado por diversas causas de nuestra actitud; en este caso, el conductor novel debe tomar conciencia de aquello que supone una amenaza a la hora de ponerse a los mandos de un vehículo, esto se consigue con aquellos ejercicios sobre la percepción de sí mismo, pero no olvidemos que la formación también forma parte de esta actitud que en ocasiones se convierte en una fobia y un miedo a la conducción; conducir, es una cuestión psicológica que consta de dos partes que se apoyan mutuamente y que harán que a medida que se amplíen nuestros conocimientos tomemos las decisiones correctas y más seguras; pero no solamente el miedo se debate en este comportamiento psicológico; porque cuando conducimos es fundamental que estemos convencidos del buen funcionamiento de ciertos elementos de la seguridad activa del vehículo. Veamos: Que las escobillas del limpiaparabrisas funciones correctamente; comprobar los faros y su reglaje; comprobar el estado de los neumáticos y su presión de aire, pues estos trasmiten información del desgaste de la banda de rodadura, con lo cual si el desgaste es irregular de sus hombros nos puede indicar el estado de la suspensión; comprobar que la batería está en buen estado, de lo contrario sustituirla; comprobar que el aire acondicionado funciona, ya que es fundamental para el desempañado de los cristales; comprobar los frenos al conducir, poniendo atención en que no haya vibraciones ni ruidos al pisar el pedal, lo cual nos dará una idea de cómo están las pastillas y los discos; en definitiva todos aquellos elementos de la seguridad activa, y para afrontar con garantía cada uno de ellos hemos elaborado este informe, que no solo invita a conducir sin miedo, sino también a conducir más relajado y con más libertad; que dicho sea de paso, es otra de las reflexiones que nos liberan del caos que nos impiden el disfrute de los logros sociales, haciendo que nuestra libertad individual sea nuestra consecuencia ante el orden social de nuestra vida; por lo que sostenemos que nuestra educación vial tiene como objetivo asumir las pautas de ese grupo de normas, actitudes y valores que transforman al individuo biológico en individuo social, con el aprendizaje de la cultura de la sociedad en que vive.

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