El Joraique

Después de la guerra de las Alpujarras, muchos moriscos quedaron al amparo de la sierra de los Filabres

El apeo de Tahali se tuvo que llevar a cabo en dos ocasiones, debido a las tropelías de Alonso Aguilar, un morisco al que llamaban el Joraique. Después de la guerra de las Alpujarras, muchos moriscos quedaron al amparo de la sierra de los Filabres, completando entre otras cosas su dote con los numerosos asaltos que sufrían los nuevos repobladores; no en vano, y según declaraciones del señor de Tahal, llamado Enrique Enríquez le había sido imposible reunir, ni siquiera doce familias y ponerlas en Tahal. La bomba contra la repoblación en la sierra de los Filabres y en el Bajo Almanzora, la pusieron principalmente dos moriscos, el Joraique en Tahal y el Dogali en Cuevas. El Joraique tenía veinte y ocho años y la cuadrilla que dirigía no pasaban de los treinta y a pesar de que fue apresado y vendido como esclavo, logro escapar y se dedico a matar a todo cristiano que se cruzaba en su camino; a pesar de su intento negociador con Diego María, maestreescuela de la catedral de Almería, morisco que lo era como el, al que propuso entregarse si le perdonaban la vida, cosa que no consiguió, ya que como esclavo huido estaba condenado a galeras. En mil quinientos setenta y tres mato a unos pescadores en Garrucha, huyendo a Tetuán, de donde regreso huyendo desembarcando en Carboneras y subiendo por el rio Alias, llego hasta Tahal, donde se llevo a diez cristianos que sorprendió trillando, provocando la huida de los demás, para posteriormente venderlos como esclavos en Berbería. Seria con Don Pedro de Dezza, cuando se envió una guardia de veinte soldados al mando de un cabo, que vio reforzada su vigilancia el señor del estado de Tahal y Don Juan Estévez Ayllon, vecino del Corral de Al maguer en la provincia de Toledo. Aquel mismo año visito la población Tello González de Aguilar que determino poner sesenta vecinos en Tahal, al que sumo el anejo de Benito rafe; repoblando con cincuenta Alcudia, a la sumo como anejo los Benalguaciles y Alhabia; treinta en Senes; veinte en Chercos y dejo sin poblar Xemecit. En mil quinientos setenta y cinco había dieciocho almas con casa poblada; Juan Rodríguez de Perea que distribuyo en Tahal y su arrabal Benazame; así como, en los anejos de Benito rafe y Xemecit sesenta y dos repobladores de Galicia.

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